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viernes, 21 de octubre de 2011

EL POEMA 15.

"Y me oyes desde lejos y mi voz no te toca"
Hace dos semanas que estás como perdida en un mundo tuyo al que no puedo entrar. Partiste en un barco, vas navegando quizás en qué mares y me dejaste en la orilla, mirando cómo te alejas.
El médico no me da esperanzas. Me ha dicho que prefiere no engañarme.
-Ud.  no querría-me dijo-que ella despertara en el estado en que se encuentra su cerebro.
Y me ha explicado todo lo del aneurisma y el daño neuronal, severo e irreversible.
No quiero saber más.
Sólo quiero quedarme a tu lado, mirando como tu pecho se expande suavemente al ritmo de esta respiración inútil que no significa que estés viva.
Contemplo tu cara inexpresiva, tan hermosa aún. Eres tú y eres otra, porque llevas ahora la máscara de tu ausencia que es como un velo que trasparenta apenas tus rasgos desvanecidos.
"Mariposa de sueño, te pareces a mi alma
y te pareces a la palabra melancolía".
Me quedo horas junto a ti, apoyando mi frente en tu mano que yace inerte sobre la sábana. Me dejan quedarme contigo cuanto quiera.
Te hablo de nuestros recuerdos. De las horas que vivimos juntos, de nuestras caminatas por el parque, de ese día en la playa, cuando el viento se llevó tu pañuelo. ¡Cómo nos reímos tratando de alcanzarlo!
"Y me oyes desde lejos y mi voz no te alcanza"
¿Cómo pudo pasar esto si te veías tan bien, tan alegre y llena de entusiasmo?
En un rincón de tu cerebro había un malhechor, agazapado quizás desde cuando, esperando el momento en que estuvieras más feliz para atacarte.
Ni un aviso, ni un síntoma.
Esa tarde llegamos a la casa de Nina , a celebrar su cumpleaños.
Te habías peinado con ese moño que llevaba todo tu cabello oscuro hacia la nuca, dejando libre tu amplia frente y la belleza de tus pómulos.  . Te veías preciosa con el vestido azul y el collar de lápizlazuli que te compré, haciendo juego.
Alcanzaste a entrar, te adelantaste hacia Nina sonriendo y presentándole el regalo. De pronto tu rostro se torció en una forma grotesca y extraña. Sin un gemido, caíste al suelo inconsciente.
Fue corto el examen y certero el diagnóstico. Muchos términos médicos para expresar una sola verdad: Sin esperanzas.
"Déjame que te hable también con tu silencio.
Estás como distante, mariposa en arrullo"
Le avisé a tu hermana y a tu madre y sólo llegaron para verte ya perdida en esta sombra color púrpura de tu sangre invadiéndolo todo. Una marea oscura  que borró tus recuerdos, tus pensamientos y la posibilidad de que puedas reconocernos.  
¡Fue tan corta nuestra historia de amor. !
Yo te recitaba los poemas de Pablo Neruda.  ¡Y a ti te gustaba tanto el Poema 15!.
"Me gustas cuando callas porque estás como ausente"
Y  ahora grito que no quiero que calles. ¡Quiero que me hables y me digas que aún estás conmigo. !
"Eres como la noche, callada y constelada"
No, la noche no,  ¡por Dios! El día. . . y que tus ojos se abran para mirarme una vez más.
Pasaron apenas dos años desde que nos casamos. ¡Ni un solo día dejé de maravillarme de que tú me amaras! ¡ Y se fueron tan rápido!
"Como todas las cosas están llenas de mi alma,
emerges de las cosas llena del alma mía"
Hay noches en que sin darme cuenta me quedo dormido en el sillón, al lado de tu cama, y al amanecer me despierta la entrada de la enfermera.
Otras, vuelvo a la casa vacía y la recorro como un sonámbulo. En cada pieza hay imágenes tuyas congeladas en el tiempo, Los recuerdos son un consuelo que al mismo tiempo desgarra. Entro a la cocina y sonríes al verme llegar, mientras preparas la cena. Miro hacia el jardín y te vuelves hacia mí, sosteniendo en tus manos una rosa. Tus rosas, que no sé por qué se obstinan en seguir floreciendo en este Octubre en que tú ya no volverás.
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Hoy me llamaron a la oficina con urgencia. En el ascensor alguien me preguntó:
-¿Y cómo sigue su señora?
Me oí diciendo: -Ahora voy a la clínica-y terminé  gimiendo como un loco: No sé, no sé. . . .
Pero sabía.
Cuando llegué, te habías ido.
Me acerqué a tu cama y vi tu rostro blanco y apacible, libre ya de tubos y de máquinas. Tu barco había llegado a ese muelle ignoto adonde te esperaba un ángel.
"Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca"
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Pero no voy a vivir sin ti. Es imposible.
Siempre supe qué haría cuando tú me dejaras.
En el cajón de mi velador está la pistola con una bala en la recámara.
"Déjame que me calle con el silencio tuyo".

3 comentarios:

  1. ¡Lilly, me vas a matar con tanta tristeza!
    ¡Vaya cuento...! Deberías advertir que no es apto para corazones sensibles.
    Y veo que no te tiembla el pulso a la hora de los finales: demoledora.
    Lo peor: que cosas así suceden todos los días, en miles de familias.
    Después de esto, merecemos un cuento con final feliz, ¿ok?
    José :)

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  2. Waldemar opina que es un cuento muy triste, basado en frases de Neruda en otro contexto.Romanticismo puro trágico al estilo de Romeo y Julieta.Bien estructurado y escrito, con algunas observaciones como:
    "mirando como te alejas"presente inserto en frases pretéritas.
    "esta respiración..." podría ser esa respiración.

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  3. Romántica composición en torno al famoso poema de Neruda. Alto nivel de lirismo y tragedia.

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