El metió la mano en el bolsillo de su corazón y la retiró vacía. ¡No tenía ni siquiera una moneda para dar de propina!
Se encontraba en bancarrota sentimental.
¡En cambio ella! Había ahorrado durante años su amor, en una solitaria cuenta, que siempre soñó que fuera bipersonal...
Cuando lo conoció a él, quiso retirar su capital y dárselo a manos llenas. Quedar en la ruina, si era preciso.
Incluso sin derecho a una pensión, cuando su corazón jubilara.
Un caudal de amor, que era como un río de oro para que se bañara, para que se ahogara en él, si se le antojaba...¡ Ya se apresuraría ella a reanimarlo, dándole respiración boca a boca!
Pero, no pudo ser.
El trató de amarla, pero fue inútil.
La hallaba linda, la sabía tierna. Todo en ella le encantaba... Y sin embargo...
Alguien que había salido de su vida, tiempo atrás, había cerrado la puerta, llevándose la llave y lo había dejado afuera.
Al margen de todo.
Del Amor, de la Felicidad, de su propia vida, que había quedado como clausurada.
Nadie podía salir ni entrar. Era como una casa en vías de demolición, rodeada de huinchas de advertencia, para que nadie se acercara.
Y ella, la pobre...¿Por qué tuvo que enamorarse precisamente de él?
¿Por qué no del viudo del cuarto piso, que la miraba con ojos lánguidos?
¿O de ese muchacho larguirucho y tristón, que sacaba a pasear a su perro por la cuadra, con la esperanza de verla pasar?
Simplemente porque sí.
O porque no, si ustedes lo prefieren.
Los que dicen que el Amor es complicado, no saben de lo que están hablando.
El Amor es tan simple y tan directo como un cuchillo, que te parte en dos el corazón.
Triste historia de amor, Lillian, la que nos dejas hoy. De un amor por estrenar pero bueno, que pudo ser.
ResponderEliminarEse amor que en su día se estropeó puede condicionar bastante el futuro, sí. No solo por la puerta abierta o cerrada sino porque con cada tropiezo, se va perdiendo confianza.
Me gustó especialmente la primera parte, con tu manera peculiar de presentar el amor que posee cada uno. Esas solitarias cuentas... me dan pena.
El dibujo está bonito pero si tenía que conjuntar con la historia, le veo una pega: que la chica parece que sonríe ante el corazón roto.
Espero que todavía te queda para dar propina...
Saludos y buen día.
Muy triste y real, tu historia de hoy Lilly.
ResponderEliminarUna historia de la que queda un profundo dolor, el que quiero no me dan, y el que ma dan no lo quiero, asi es el amor.
José consigue hacer una completa crítica del conjunto, yo, creo que me concentro más en la historia.
Pero los dibujos son bien bonitos.
Un buen fin de semana y un abrazo.
Ambar
Ya sabes de eso que dicen
ResponderEliminarque dar demasiado a alguien que no lo merece al final
el dar se transforma en desprecio...pues nada se valora...menos quien recibe a manos llenas sin preocuparse de haber cultivado nada ...ni para él ni para el otro
se ve la pobreza humana aquí...de quien recibió sin consideración ...al fin sin importarle lo que quien le dio lo hizo por el mismo sentir que antes él fue despreciado...se siente a revancha...tal como hicieron conmigo yo hago con esta...
algo que me sabe a conocido y de muy mal talante
pero mientras no se sufre no se comprende bien y se aprende de una , que no es bueno "dar perla a los cerdos..."
mucha tela por cortar tiene este breve, pero profundo relato...