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lunes, 29 de julio de 2013

LA CONVERSACION.

(En el Día de la Amistad. 31 de Julio)
  
-¡Aló, Paulina!  ¡Habla Francisco!
-¿Francisco Ardiles?
--¡Claro!  ¿Quién otro?  ¿O conoces a muchos Franciscos?
-¡Perdona!  Es que me sorprendiste...
-No me extraña. ¡Hace tanto tiempo que no hablamos!
- ¡Qué contenta estoy de volver a escucharte...!
-¿Sabes qué día es hoy, Paulina?
-No sé. Treinta de Julio, creo...
-¡Sí!  Hoy es el Día de la Amistad. Es por eso que te llamo.
-¡Francisco, por favor!  ¿ Tú crees posible que seamos amigos?
-¡Bueno!  Ha pasado demasiado tiempo como para mantener vivo el rencor.  ¿No te parece?   Sé que nos herimos mutuamente y después, cada uno tomó su camino...
-Supe que te casaste también.
-  ¡Sí!  Un año después que tú...A los dos nos ha ido bien y eso es lo que cuenta ¿no crees?
Paulina miró a su alrededor el departamento semi vacío. En el librero faltaban los libros de Diego y en el closet, sólo colgaba los vestidos de ella.
-¡Por supuesto!- exclamó con una voz que luchaba por sonar alegre- ¡Los dos hemos tenido mucha suerte!
-Es verdad. No tenemos razones para lamentarnos. Nuestro fracaso me hizo sufrir, no te lo niego. Pero, entonces conocí a Angélica y recuperé la confianza. Yo, que creía que no volvería a amar nunca...
-¡Por favor, no sigas!  Lo importante es que eres feliz ahora...
Francisco miró su mano donde la ausencia de la argolla matrimonial había dejado una marca descolorida en su dedo.
Recordó la infidelidad de Angélica. Los reproches, los gritos...La voz dura de ella pidiéndole el divorcio.
Luego, la vio salir de la casa con una maleta, mientras afuera la esperaba un automóvil, con el motor en marcha.
Una mueca de amargura deformó sus labios, pero se rehizo a tiempo.
-Sí, muy feliz!  No puedo quejarme...
-Bueno, Francisco, tengo que cortar. Escucho los pasos de Diego en la escalera y se extrañará si no salgo a recibirlo...
-Entonces, Paulina ¿nada de rencores ya?  ¿Quedamos amigos?
La garganta de Paulina se contrajo en un sollozo inaudible.
-¡Por supuesto, Francisco!  ¡Quedamos amigos!


3 comentarios:

  1. Hola Lilly.
    Una historia muy de la vida real, que cruel, dolorosa y complicada puede llagara a ser la vida que vivimos.
    Me hubira gustado que se hubieran vuelto a junta, por lo menos para paliar un poco el sufrimiento.
    Un abrazo.
    Ambar

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  2. Ojalá no me llegue nunca una llamada asi
    lo pasado ...pisado...

    saludos!

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