Estaba sentado frente a la ventana mirando como el viento desprendía las últimas hojas del árbol, dejándolo desnudo. Y sin querer se comparó con él, solo y desposeído de todo lo que hasta entonces había constituido su vida.
Su nuera lo trataba con gentileza. Sus nietos jugaban con él y lo llamaban "Tatita". Pero, sabía que tenía que irse. Era preciso que asumiera su soledad.
Pensó que su vida era como un despojo arrojado por el mar en una playa. ¡Quedaba tan poco ya de su naufragio!
A veces, cuando su nuera lo despertaba con el desayuno, entre sueños confundía su voz con la de Ilse. Pero, ella había muerto hacía ya tantos años.
Su pérdida no le causó verdadero dolor. Más bien fue un alivio después de una vida de decepción. Se casó con ella porque era joven y linda, pero después la supo egoísta y esclava de su vanidad.
Creció entre ellos dos el vacío, que los hijos llenaron sólo a medias, porque siempre lo acompañó la desolación. Sospechó que ella lo engañaba, pero prefirió fingir ignorancia. ¡tan ajena le era, tan alejada de su propia vida interior.
Y se aisló de la gente. Sentía que su tristeza lo hacía miembro de una especie de aristocracia espiritual. Que se distinguía entre las muchedumbres porque llevaba tatuada en la frente la estrella azul de la melancolía.
Sin embargo, esa tarde pensaba en Ilse. ¡Si no hubiera muerto, si estuviera a su lado! Ahora, vieja también, sus engaños habrían terminado. Estarían juntos los dos, talvez más unidos que cuando eran jóvenes.
Miró caer otra hoja que cayó lentamente a posarse en el alféizar. Tomó el diario con desgano y lo abrió en la página de los anuncios:"Piezas se arriendan".
Marcó un par de números y sintió que era el comienzo de su última etapa. Recordó con tristeza la fugacidad de su pasión, los años de convivencia sin objeto.
Y pensó que el vacío de su vida era peor que el dolor. Deseó haberla amado y haberla llorado, pero todo estaba muerto en su corazón.
Hola tía, me parecen muy buenos sus cuentos, tienen la fuerza necesaria para incentivar al lector para llegar al final y saber el desenlace. Cortos, de buena y acabada síntesis y con mucho contenido. La felicito y espero que siga con esta veta de escritora.
ResponderEliminarUn abrazo
Alvaro