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domingo, 1 de diciembre de 2013

UN CASO DIFICIL.

El doctor Platt, connotado psiquiatra, recibió un llamado telefónico que lo dejó preocupado.
Era Adela, su amiga de toda la vida,que le hablaba con evidente angustia:
-No sé qué hacer con mi hermano Néstor. Lo noto enfermo y no entiendo qué le pasa. Casi no sale y lo veo caminar lento, arrastrando los pies como un viejo. Creo que está deprimido. ¡El, que era tan entusiasta y estaba tan lleno de proyectos!
El médico le prometió pasar, después de la consulta.
Al llegar a la casa, Adela lo hizo entrar con premura.
-Le he dicho que vendrías y no ha puesto inconvenientes- susurró.
El doctor Platt veía con frecuencia a los hermanos, porque pertenecían a los mismos círculos. Así es que al entrar a la habitación, le chocaron mucho los cambios que se habían producido en Néstor.
Lo vio pálido y flaco y lo que más le llamó la atención fue la fuerza con que se aferraba a los brazos del sillón. Sus manos crispadas mostraban los nudillos blancos y los dedos convertidos en garfios.
-Se ve que está angustiado y tenso- pensó el doctor, y se sentó frente a él, mirándolo con cariñosa atención.
-Me dice Adela que no te has sentido bien...-empezó.
Su paciente guardó silencio.
-Lo primero sería que te relajaras ¿no crees? ¿A qué le tienes miedo?
Siguió el mutismo de Néstor, acompañado de una mirada de angustia.
-¿Por qué te aferras al sillón? Me gustaría que soltaras las manos y las pusieras flojas sobre tus rodillas.
-¡No puedo!- gimió Néstor.
-¿Por qué? ¿Qué pasaría si lo haces?
-¡Esto!- gritó el pobre joven, y a la par que soltaba los dedos de los brazos del sillón, se elevó por los aires hasta tocar el techo.
El doctor Platt lo miró atónito.
-¿Estás así desde hace mucho?- le preguntó, dominando su asombro.
-Desde hace meses...Empezó de a poco...No sé cuando. Al principio era una sensación de ingravidez. Sentía mi cuerpo liviano y lo atribuí a un estado de ánimo positivo. ¡Creí que era cosa de la Primavera!
-Pero, un día, al despertar, me encontré flotando junto a la lámpara, a ras del techo. Me costó bajar, porque me elevaba una y otra vez, como un globo. Al fin, logré asirme a la cabecera de la cama y recuperar el equilibrio.
-¿Habías estado soñando algo especial? Tú sabes que soñar que se vuela se asocia con deseos eróticos no canalizados...
-Pero ¡yo no estaba soñando! ¡Estaba bien despierto!- gritó Néstor, ofuscado. 
El joven le relató entonces su lucha por ocultar a los ojos de todos lo que le estaba ocurriendo. Sentía vergüenza y miedo. ¿Lo irían a estigmatizar? ¿A encerrarlo en una jaula?
Bien sabía él que la gente reacciona con odio frente a cualquiera que se atreve a ser distinto...
Pronto notó que no podía, ni con todos sus esfuerzos, mantenerse tocando el suelo. Se elevaba y flotaba suavemente, como una cometa que ha cortado sus hilos...Optó por procurarse dos grandes piedras y ponerlas en sus bolsillos. Así podía caminar, pero su andar se volvió pesado y dificultoso. Prefirió ya no salir de su pieza, a menos de que fuera indispensable.
El doctor se quedó pensativo, sin saber como reaccionar ante un caso tan insólito.
Para ganar tiempo, decidió hacerle un examen físico, pero no le encontró ninguna anomalía.
Al final, optó por lo más razonable:
-Creo, Néstor, que debes aceptar tu condición y dejar de ocultarte de la gente. Sé libre, sé feliz. Si lo tuyo es volar, ¡entonces, vuela!
El joven lo miró con cautela,como dudando. Pero, de a poco, su rostro se distendió en una ancha sonrisa. Soltó sus dedos engarfiados de los brazos del sillón y se elevó en el aire,atravesando la ventana.
Se volvió hacia el médico y le hizo un gesto de adiós con la mano.
-¡Gracias!- gritó, emocionado.
Luego voló cada vez más alto y se perdió en el resplandor dorado del atardecer.


3 comentarios:

  1. vaya este final me ha cogido de sorpresa, aqui si que no se que decir, me ha gustado la historia pero en final solo se me ocurre que al volar quiere decir que dejo de existir en el plano físico.
    Una buena semana y un abrazo.
    Ambar

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  2. respondiendo a Ambar. No, Ambar, este cuento es una metáfora dedicada a quellos que se saben distintos, ya sea por orientación sexual u otra idiosincracia y que temen mostrarse tal cual son. Cuando el médico le dice al joven: "Si lo tuyo es volar, vuela" lo está induciendo a dejar atrás sus temores y ser él mismo. Así, Néstor se libera y al volar, está liberándose de su miedo a ser discriminado. Este cuento está dedicado especialmente a un joven chileno que, no hace mucho, fué víctima de discriminación y murió por atreverse a vivir la realidad de su naturaleza.

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    1. Amiga que buena la metáfora, sirve para todos los que son discriminados, por chico, gordo, narigón, medio loco romper estructuras, etc. Pero tambíén para los soñadores que imaginan un mundo mejor y tienen miedo de jugársela y se someten a lo clásico, lo estandarizado, sometidos a los cánones familiares.
      Espero te conviertas en una revolucionaria, pronto??????.....Un abrazo

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