Bienvenidos a Mi Blog

Les doy la bienvenida a mi blog y les solicito encarecidamente que me dejen sus comentarios a mis entradas, pues su opinión es de gran valor para mí.



domingo, 30 de diciembre de 2018

LOS AMORES DE JOSE.

¡ De nuevo el mismo problema!  El Concurso de Cuentos cerraba en quince días y no se me ocurría nada...
Puse la cabeza sobre el escritorio y me adormecí sin darme cuenta.
Una tosecita cortés a mi lado me hizo dar un salto.
Frente a mí había un muchacho flaco, con aire triste, que me miraba expectante.
-Perdón ¿ quién es usted?
-Soy José ¿ no me recuerda?
Al ver mi cara de total desconocimiento, me miró ofendido.  Luego se avino a explicarme que era un personaje que yo había creado hacía un tiempo y que había desechado por fome.
-Esa vez no me ocupó en nada, pero como ahora me han pasado más cosas...Vine a ver si la puedo ayudar con el tema del concurso....
-Siéntese, por favor- le dije con gratitud- ¿ Quiere una taza de café?
-No, gracias. El café me pone nervioso- exclamó, retorciéndose las manos- A lo que vine es a contarle mi historia.
-¡ Qué bien!  Hable , que lo escucho...
-No sé si usted alguna vez ha estado enamorada - comenzó- Seguro que sí. Se nota en sus cuentos que tiene experiencia con el sufrimiento. Para mí el amor no es más que eso. Aunque al principio me sentía jubiloso y con ganas de vivir, aunque solo fuera para verla de nuevo.
La encontré por primera vez frente a un café. Alguien la empujó y se le cayeron unos libros de Arte que llevaba en los brazos. Se los recogí y caminé a su lado, acompañándola.
La noté reservada y no me atreví a preguntarle el nombre, pero de ahí en adelante, no hice más que pensar en ella.
Días después la volví a encontrar y la noté más amistosa, así es que me atreví a hablarle:
-¿ Te acuerdas de mí?
-La verdad es que no, pero no importa. Acompáñame mientras espero a una amiga.
-¿ Como te llamas?
-  ¡ Scarlet!- dijo riendo y me mostró el libro que leía. Era  "Lo que el viento se llevó"
La semana siguiente la vi con un grupo de estudiantes. Me acerqué confiado, pero ella me miró como si no me reconociera.
-Solo quería saber si ya terminaste de leer la novela... - murmuré, sin saber qué decir.
Me miró extrañada.
-No, yo no leo novelas. Eran unos libros de Arte los que me recogiste el otro día.
Y a continuación me dio la espalda y siguió hablando con sus amigos.
¿ Era voluble? ¿ Era coqueta?  ¿ Por qué actuaba así?  Retrocedí humillado.
No me dejé ver por el barrio universitario durante varios días. Pero no pude más de las ganas de verla y me puse a rondar por el café.
-¡ José!  ¡Qué alegría verte!
-¡ Scarlett!
-No me digas así- exclamó riendo-  ¡Dime Cosette! -  Y me mostró el libro que estaba leyendo. Era " Los miserables" de Victor Hugo.
Fuimos a tomar un café y las horas volaron, hablando de literatura.
- ¿Ahora me dirás tu verdadero nombre?
-Ya te dije que me llamo Cosette- contestó riendo y escapó sin que la pudiera retener.
Nos encontramos varias veces. Ella a veces se mostraba indiferente y fría y me saludaba apenas, como por obligación. Otras, se mostraba contenta de verme y pasaba largas horas conmigo, conversando en el café.
Esa situación de tira y afloja, de vaivén constante en sus actitudes me tenía al borde del colapso.  Decidí comentarlo con un amigo.
-Pienso que ella es bipolar o que tiene doble personalidad...Te juro que ya no aguanto este tormento.
-¿ Te refieres a la chica rubia con quién te vi en el café, el otro día?
-¿ La conoces?
-O sea, las conozco. Porque son dos. ¿ Nunca se te ocurrió que te enamoraste de dos hermanas gemelas?
-¿ Qué dices?- balbuceé, anonadado.
-¡ Que son dos, pues, hombre!  Una estudia Arte y la otra Literatura.
José terminó de hablar y me miró interrogante.
-¿ Qué le parece mi historia?- preguntó con triste sonrisa- ¿ Cree que le servirá de inspiración para algún cuento?
La verdad es que encontraba la anécdota de lo más tonta e improbable, pero no lo quise decepcionar.
Sonrió melancólico y se paró para irse.
-Me encantaría ser su protagonista- suspiró- Me consolaría un poco de mi fracaso de amor.

Cuando quedé sola, me senté otra vez frente al computador. Mi mente seguía en blanco y sin poder hilvanar ninguna frase.  ¡ Adiós, Concurso de Cuentos!


1 comentario:

  1. Una anécdota que dio para un cuento finalmente.
    Abrazos Lilly y feliz año 2019

    ResponderEliminar