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domingo, 15 de octubre de 2017

ENCUENTRO CON EL MAGO DE OZ.

Por un revés económico, sus papás habían tenido que mudarse y a Dorothy , la casa nueva le parecía chica y fea. Y para colmo, había perdido a todos sus amigos del barrio anterior.
Ofuscada y sin ganas de desempacar sus cosas, salió a caminar.
Anduvo muchas cuadras sin ver nada, porque llevaba los ojos empañados por las lágrimas.
Cuando quiso volver a su casa, se dio cuenta de que estaba perdida.
Se encontró frente a una calle extraña, cubierta de baldosas amarillas. Por ella vio avanzar a tres muchachos, que caminaban juntos.
Al verla llorando, le preguntaron al unísono:
-¿ Qué te pasa, niña?
-Pasa que me perdí- respondió Dorothy, y al ver que era el centro de la atención, soltó otra catarata de lágrimas.
Cuando se cansó de llorar, les preguntó sus nombres y ellos se presentaron como Robi, León y Sivestre.
Les pidió que la acompañaran a buscar su casa, pero no pudieron encontrarla. A medida que avanzaban,  el camino amarillo parecía alargarse sin fin.
Cayó la noche y Dorothy se quejó de que le dolían mucho los pies.
-Busquemos un lugar donde descansar- sugirió León- Mañana seguiremos buscando.
- ¡Miren!-  exclamó Robi- Ahí hay una Hostería. ¡Pero dice OZtería!  ¡ Qué manera rara de escribir la palabra!
Un anciano les abrió la puerta y  ellos le dijeron que estaban perdidos.
-Casualmente, tengo cuatro habitaciones disponibles.  Pasen y les daré un vaso de leche antes de dormir.
Mientras la niña tomaba la leche, el anciano le dijo:
-No te aflijas, Dorothy, mañana encontrarás tu casa. Pero es necesario que entiendas que rica o pobre, si están allí tus padres,  siempre  será tu hogar.
En la habitación vecina, Robi suspiraba tristemente. Cuando el anciano le preguntó el motivo de su aflicción, le respondió:
-¡ Me siento muy solo!  Es que no puedo amar. Soy como un hombre de lata que no tiene corazón...
-Eso no es posible- le dijo el anciano- Nadie vive sin un corazón. Lo que pasa es que el tuyo tiene miedo de amar porque teme salir herido. El amor es un riesgo maravilloso. Debes aprender a amar espontáneamente sin preguntarte si serás correspondido o no.
En su cuarto, León daba vueltas en la cama sin poder dormir.
-Pareces enojado- le dijo el anciano, tendiéndole un vaso de leche- ¿ Me puedes contar qué te pasa?
-Estoy furioso conmigo mismo porque soy un cobarde. Nunca he sido capaz de tomar una decisión, ni siquiera para mejorar mi vida...
-No, León. No eres cobarde. Solo te falta confianza en ti mismo. Quizás viviste una infancia sin cariño. Debes aprender a valorarte sin estar pendiente de lo que piensen de ti los demás.
Silvestre se asomó por la puerta y se quejó de que tenía insomnio.
-Toma tu leche- le dijo el viejito- Y cuéntame lo que te preocupa.
-¡ No sé qué será de mí!- exclamó el muchacho, golpeándose la frente con los puños- No logro aprender nada. En la escuela me dicen que no tengo cerebro. Que mi cabeza está llena de paja, como la de un espantapájaros...
-Mira, Silvestre, si no tuvieras cerebro, no estarías preocupado por no tenerlo. Es necesario que domines tu ansiedad y prestes atención en clases. Si te concentras, verás como logras memorizar los conocimientos.
El muchacho le sonrió agradecido y se envolvió en las frazadas, dispuesto a dormir.
A la mañana siguiente, cada uno despertó en la cama de su propio hogar.  Habían tenido al mismo tiempo un sueño maravilloso que los había reunido y gracias al cual pudieron  mejorar sus vidas.
O tal vez fue cierto que esa noche conocieron la misteriosa Oztería. Esa que queda al final de un camino amarillo y que no volverían a encontrar jamás.



3 comentarios:

  1. ¿Casualidades, intervención del destino, sueños aclaradores de angustia y preocupación?
    No lo sé Lilly, pero también en la realidad existen momentos que son mágicoa aunque a simple vista no lo parezcan.
    Me ha gustado el giro que le has dado a la historia.
    Un abrazo.
    Ambar

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  2. Tu historia me ha gustado bastante,sobretodo por tu gran imaginación en intentar buscar soluciones a esos problemas tan cotidiano

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  3. Los cuentos en realidad son verdaderos templos de sabiduría
    que muy pocos logran comprender del todo...

    muy bueno este relato
    cada quien descubriendo esa fortaleza que todos somos llamados a concretar

    un abrazo
    Pases buena semana siempre.

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