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viernes, 6 de junio de 2014

ABRIR LOS OJOS.

(Tarea de Taller. Monólogo interior a la manera de James Joyce)

No quiero abrir los ojos pero sé que ya amaneció no quiero despertar no quiero pensar fue todo tan humillante yo la idiota haciéndome ilusiones de que él quería verme que había inventado el pretexto de presentarme a su alumna para fijar una cita me arreglé me maquillé tratando de disimular las arrugas de todos estos años tantos años sin vernos pero él también estará viejo pensé y ¡claro! le vi todo el pelo blanco y una barba rala cuando lo divisé en la mesa del café inclinado hacia ella  sí un café me vendría bien por el ruido en el pasillo ya son las ocho el vecino se va como siempre dando un portazo qué día ocioso no tengo nada que hacer ¿para qué levantarme? los vi a los dos y no sé por qué pero adiviné que a ella la había citado una  media hora antes que a mí  una chica linda como de unos veinte años esta es Mariela mi alumna quería conocerte le gustan mucho tus cuentos pero ella no manifestó interés ni me preguntó nada la idea había sido de él a ti que te gusta tanto leer le habrá dicho te puedo presentar a una amiga escritora y cuando llegué me trató con frialdad como si hubiera ido a interrumpirlos y yo que me había enternecido pensando que él había inventado ese pretexto para verme y el pretexto era yo para citarla a ella sin asustarla él tan viejo y ella  tan joven y con ese pelo dorado que a mí ninguna tintura me lo ha dejado nunca así  un café me vendría bien ir a la cocina y traer el café a la cama desde aquí veo colgada en el closet la blusa roja que me compré para ir a juntarme con él nunca más me la pongo toda una vida pensando en él y Santiago como achicándose alrededor de nosotros para que siempre nos encontráramos de repente en cualquier esquina  cada cinco o seis años quitándome toda posibilidad de olvidarlo y yo envejeciendo y él fijándose ahora en sus alumnas y una blusa roja no me iba a servir de nada qué ilusa qué idiota aborrezco esa blusa apenas llegue Ofelia a hacer el aseo la saco del closet y se la regalo porque no quiero tener que verla nunca más.
 

1 comentario:

  1. ni que merece una historia ya sea de real o fantasía aquel engrendo de hombre...son muchos como ese que viajan torciendo vidas
    pero lo peor es quien se queda enredada en ese aparente sentir...
    nada es eterno!

    y fuera lo sucio que empobrece la vida ...como esos acumuladores amiga
    que no sueltan y no se para que fin¿!!?

    muy buen cuento

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