Bienvenidos a Mi Blog

Les doy la bienvenida a mi blog y les solicito encarecidamente que me dejen sus comentarios a mis entradas, pues su opinión es de gran valor para mí.



domingo, 7 de enero de 2018

ESTRES DE FIN DE AÑO.

El exceso de trabajo  y las tensiones tenían a Betty con tortícolis.
Se encontró en la calle con su amiga Nora y ella le reprochó extrañada:
-¿ Qué te pasa, engreída que ya no me das la cara?
-¡ No seas pérfida!  ¿ No ves que estoy con tortícolis?
- Y ¿ desde cuando?
-No sé...Hace unos dos días desperté con un dolor tremendo en el cuello. Me levanté y quedé mirando de lado, como en los murales egipcios...
-Creo que deberías ir a un masajista.
-¡ Ay, Nora!  ¿ Tú crees?  Para mí eso de los masajes siempre ha tenido una connotación erótica.
-¡ Claro!  Seguro que te imaginas que el masaje te lo va a dar un tipo musculoso sin más ropa que una tanga...
-¡ Uy!  Me entran escalofríos de solo pensarlo...¿ Me das la dirección?
-Sí, te daré la dirección de mi masajista. Pero, no te hagas ilusiones. Es un chinito algo viejo, pero tiene unas manos de seda...
-Y ¿ estira las arrugas también?
-Ya, pues Betty, no seas ambiciosa...Esas no se quitan con masajes, pero la tortícolis sí.
Durante unos días, Betty no hizo caso del consejo de Nora y prefirió confiar en su guatero de semillas y  en unas tabletas de paracetamol.
Pero no lograba ningún alivio y como al final el dolor la tenía sin voluntad, terminó por ir al masajista caminando como zombi.
La hicieron pasar a un salón decorado con cuadros de garzas y matas de bambú. En un rincón, unos palillos de incienso humeaban frente a una estatua de Buda.
Al rato apareció un chinito encorvado, no tanto por la vejez sino por una vida dedicada a hacer reverencias.
-¿ Qué dolol la atolmenta, señolita?
Al notar que hablaba poco español, Betty prefirió señalarle su cuello con una mueca lastimera.
El chinito acercó sus manos de seda y le arrancó un quejido gutural.
-Humm...Tensión nelviosa...Nudo de nelvios aquí...Pol favol,  debe cerral ojos y relajalse...
Betty los cerró  y a continuación sintió que unos dedos expertos masajeaban su cuello con habilidad.
Sorprendentemente, sus músculos se distendieron y sin saber como, se quedó dormida.
Se vio caminando por la Muralla China, de la mano de un tipo musculoso en tanga...
Pero la sesión terminó y también aquel sueño digno de una fumada de opio.
Cuando llegó la hora de cancelar la sesión notó que el cuello le dolía igual que antes. Lo que había disminuído ostenciblemente era el saldo de su cuenta bancaria.
Disimuló su decepción y se despidió haciendo una reverencia. Su cuello crujió como una caña de bambú que se quiebra en el viento.
Con los días, el dolor se le fue calmando solo. El grueso de su trabajo estaba concluido, su proyecto sería un éxito...¡ Y saldría a vacaciones, por fin!
Una tarde antes del cambio de año, Nora pasó a verla.
 Al abrirse la puerta le llegó una vaharada de un olor extraño que casi la botó al suelo.
-¿ Y ese olor, Betty?  ¿ Se te quemó el gato?
-¡ Ay, Nora!  ¡ Qué poco sutil!  ¿ No notas que es incienso?
-Veo que te sirvió el masaje ...
- La verdad es que no. Pero quedé fascinada con todo lo oriental . En mis vacaciones pienso viajar a China.
-Pero, Betty ¿ como te las vas a arreglar allá si no sabes inglés?
-¡ Como!  ¿ Y lo que aprendí en el Liceo?
-Ja ja  ¡ pobre ingenua !  Seguro que al bajarte del avión vas a decir: Open the door, give me the pencil y con eso todos tus problemas quedarán solucionados.
-¡ Malvada! ¡ Gorgona!  Tienes vocación de alfiler... ¡Te encanta  pinchar el globo de mis ilusiones!
La miró enojada, pero al final se rió:

-Bueno, ya. No discutamos. Vamos a dar una vuelta y a tomar un café ¡ Este olor a incienso ya me tiene mareada!


3 comentarios:

  1. Vendedores de humo,pero tu imaginación supera a todos eso males

    ResponderEliminar
  2. Vaya estimada
    necesito masajes triples y vacaciones!!
    si estoy estresada y no se bien cuando termine con todo
    claro que no trabajo tan a full
    pero igual suma y suma+buen relato
    besos.

    ResponderEliminar