Bienvenidos a Mi Blog

Les doy la bienvenida a mi blog y les solicito encarecidamente que me dejen sus comentarios a mis entradas, pues su opinión es de gran valor para mí.



domingo, 21 de enero de 2018

ELLA.

Empezaba el Otoño y  una bruma dorada envolvía los árboles, la tarde que Javier la vio.
Ella estaba sentada en un banco del parque, como si esperara a alguien, pero no miraba su reloj ni parecía impacientarse.
Javier temió acercarse, pero era tan atractiva que no podía apartar sus ojos de su figura.
Se sentó a cierta distancia y esperó, creyendo que vería llegar a su acompañante. Pero nadie apareció y ella permaneció sentada sola y tranquila, mientras caían las sombras.
Después de un rato, la mujer se levantó del banco y se alejó sin mirarlo aunque Javier sospechaba que había notado su presencia.
Volvió al día siguiente, con la esperanza remota de encontrarla y se sintió incrédulo y feliz al verla sentada en el mismo banco de la tarde anterior.
Esta vez, ella clavó en él unos ojos fríos e inexpresivos y luego los desvió, sin que en su cara hubiera el menor gesto, ni de invitación ni de rechazo.
Javier sintió que se debilitaba su decisión de hablarle, porque esa mirada era como un muro que ella alzaba entre los dos.
Pero de nuevo se sentó en un banco cercano, desde donde podía mirarla. Su cara era pálida y su pelo rojizo, como las hojas en Otoño. Notó que sus labios se curvaban en una leve sonrisa irónica, como si le divirtiera la insistencia de Javier.
Al tercer día de aquella muda contemplación, no pudo contenerse más. Se acercó a ella y le preguntó con ansiedad:
-Por favor, te lo ruego ¡ dime quién eres!
Ella alzó hacia él su mirada inexpresiva y le contestó:
-Yo soy la Imposible.
-¿ Qué dices?
-Ya me oíste. Soy la Imposible. La que no te puede amar.
Javier se sintió desfallecer y acercándose a ella, le cogió la mano. Estaba helada.
Los labios de ella se endurecieron. Levantándose del banco, lo apartó lejos de sí.
-Veo que no has comprendido. ¿Por qué insistes en tu deseo vano?  Yo soy la que nunca podrás tener.
A pesar de aquel hiriente rechazo, Javier se obstinó en seguir yendo al parque. Ella siempre estaba ahí. No lo miraba, pero en sus labios parecía aletear una sonrisa de burla. Y si alguna vez se encontraban sus ojos, los de ella parecían preguntarle:
-¿ Todavía estás aquí? ¿ Aún no te cansas de perseguir lo imposible?
Hasta que un día ya no la vio más.
Cada tarde volvía al parque, pero la esperanza  que ella hubiera vuelto se hacía cada vez más débil. El banco permanecía vacío.
Pasaron las semanas. Llegó el Invierno y el frío de la lluvia pareció calmar el fuego de su deseo insatisfecho.
Pero siguió yendo a vagar entre los árboles desnudos. Las últimas hojas doradas, que le recordaban su cabello, terminaban por morir en los charcos.
Una tarde, sorpresivamente, vio a una mujer sentada en el banco que antes ocupaba ella.
Corrió presa de una loca ilusión. Su corazón parecía querer escaparse de su pecho y correr más ligero que sus piernas.
Pero a llegar, vio que era una desconocida.
Era una joven de lindo rostro, que lo miró sonriendo.  Con un gesto de su mano lo invitó a sentarse junto a ella.
Era tan seductora como la mujer que Javier añoraba. Incluso, se parecía como si fuera su hermana.
Pero, lo que había de frialdad y rechazo en una, era calidez y aceptación en la otra.
-¿ Quién eres?-le preguntó él, asombrado.
-Yo soy la que te va a amar y a la que puedes amar sin sobresaltos. Junto a mi no conocerás el desengaño.
Javier se apartó de ella bruscamente y con ojos ansiosos miró a su alrededor, en una búsqueda inútil.

-Pero ¿ donde está ella?  ¿ Donde está la Imposible?  ¡ Es a ella a la que ansía mi corazón! 


3 comentarios:

  1. Que absurda es a veces la vida no?
    y de verdad tiene este escrito...lo imposible se busca , desea y se lucha porque se cree que será lo mejor después de la batalla...o quizás solo sea el anhelo de vencer, propia de los seres humanos...
    Y cuando se tiene tan cerca lo bueno se le huye como la peste
    hay seres que batallan sin sentido
    y dejan de lado lo mejor que pudieron tomar de la vida.

    Te dejo un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Eres una maestra del relato. Un beso muy grande Lily

    ResponderEliminar
  3. En tu persona se unen la cultura y la imaginación,y unidas te ayudan a viajar por ese mundo de la fantasia

    ResponderEliminar