Bienvenidos a Mi Blog

Les doy la bienvenida a mi blog y les solicito encarecidamente que me dejen sus comentarios a mis entradas, pues su opinión es de gran valor para mí.



miércoles, 17 de diciembre de 2014

CONVERSANDO BAJO EL ARBOL.

Betty dejó su taza de café a un lado y le preguntó a Nora:
- Si volvieras a ser chica ¿ qué le pedirías a Santa Klauss?
Nora se quedó pensativa y con un dejo de melancolía, respondió:
-Le pediría ser feliz...
-¿ Y qué es para ti la Felicidad? 
-No lo sé, Betty...Creo que después de todo sigue siendo un enigma.
-Yo pienso que es como una puerta cerrada cuya llave se perdió hace mucho tiempo. Los hombres se pasan la vida buscándola, con los ojos clavados en el suelo. Quizás si miraran las estrellas...
-A veces pienso que sencillamente la Felicidad no existe. O que como sacar agua de una fuente con la mano y que se te escurra entre los dedos sin haber alcanzado a beberla, dejándote siempre con sed.
Las dos se quedaron en silencio, perdidas en sus pensamientos.
-Creo que esta noche me la voy a pasar en vela, tratando de definir la Felicidad - dijo Nora, con una sonrisa melancólica.
-Bueno, pero no te olvides de que mañana quedaste de ir a ayudarme a armar el árbol de Navidad.
Al día siguiente, Betty, mientras sujetaba una estrella dorada en la punta del pino, miró a Nora con picardía:
-Y bueno ¿ resolviste tu enigma?
-Sí. Creo que la Felicidad es la Tristeza vestida de gala, como Cenicienta la noche del baile.
-¿Por qué dices eso?
-¡Porque se parecen tanto las dos!  Se llora de pena, pero también de alegría. Y una puede sentirse feliz aunque en el fondo esté triste. Tal vez la Felicidad sea saber sobrellevar las penas con elegancia. Un modo aristocrático de vivir...
-¡Tonterías!- exclamó Betty- Estás tratando de hermanar la noche con el día. La Tristeza es baja y oscura, como un charco de barro en el que se ahoga una estrella. En cambio la Felicidad, es alta y dorada, como un pájaro que vuela bajo el sol.
Se quedaron sentadas a oscuras, con las luces del arbolito parpadeando sobre sus caras.
-¿Te acuerdas qué felices éramos de niñas, cuando creíamos en Santa Klauss?
-Sí, es cierto. Pero Santa Klauss jubiló hace muchos años...Ahora las multitiendas son las dueñas de la Navidad.
-¡No! Las dueñas de la Navidad somos todavía nosotras.  Depende cómo la vivamos. Si damos mucho amor en esta fecha y alegría a los que estén tristes, siempre seguirá perteneciéndonos. ¡Y por añadidura, descubriremos lo que es la Felicidad!


2 comentarios: