Bienvenidos a Mi Blog

Les doy la bienvenida a mi blog y les solicito encarecidamente que me dejen sus comentarios a mis entradas, pues su opinión es de gran valor para mí.



domingo, 20 de abril de 2014

LA MUJER DE SUS SUEÑOS.

Julio tenía unos sueños recurrentes que lo llenaban de inquietud.
Soñaba siempre con la misma mujer, a quién veía en distintas circunstancias.
A veces, estaba ella parada en un muelle envuelto en niebla. Le decía adiós con su mano, mientras él se alejaba en un barco que velozmente iba surcando el océano.
Otras veces, era ella la que se despedía desde la proa y era él quién la veía partir desde el muelle, con una desolada sensación de pérdida.
No habría sido tan inquietante soñar con la misma mujer dos veces. Podría tomarse como una coincidencia.  ¡Pero tantas!  Y sus rasgos eran tan nítidos y exactos, que terminaron por grabarse en su memoria.
 Estaba seguro de que no la conocía. ¿Podría haberla olvidado si así fuera?
Pero el hecho de verla una y otra vez le hacía pensar que tenía que existir en alguna parte. Y estaba seguro de que, si la encontraba en medio de una multitud, la reconocería de inmediato.
Inconscientemente la buscaba sin hallarla.
Pero, algo lo contrariaba. ¿Por qué sus sueños eran siempre de despedida, como si el destino se preparara a separarlos?
Se fue obsesionando con ella y ninguna mujer que conocía lograba hacer vibrar su corazón. Le era imposible enamorarse de otra que no fuera ella.
Le parecía tan hermosa, con sus ojos oscuros llenos de nostalgia y sus labios que se curvaban con el dolor de una inexorable despedida.
Aunque sus sueños lo alertaban de un amor imposible, estaba seguro de que esa mujer era la dueña de su destino. Y que sólo junto a ella podría encontrar la paz .
Una noche que manejaba por la carretera, notó que un automóvil que venía en sentido contrario perdía el rumbo de súbito y se lanzaba a gran velocidad  contra el suyo.
No tuvo tiempo de apartarse a un lado de la carretera. Un golpe violento lo sacó del carril y lo arrojó dando tumbos  hasta quedar volcado en una zanja.
Como pudo, se arrastró fuera del auto. Una extraña parálisis iba apoderándose de sus miembros.
Vio que el conductor del otro vehículo se aproximaba, despavorido.
Cuando se arrodilló a su lado, llorando, Julio pudo ver que era ella, la mujer con quién soñaba desde hacía tanto tiempo.
Creyó entender que le decía:
- ¡Perdóneme!... Me quedé dormida en el volante....No pude frenar a tiempo... ¡Perdóneme, por favor!
Su voz le llegaba desde lejos, desde detrás de la bruma algodonosa que lo iba envolviendo lentamente.
Sintió que se moría.  Una hemorragia interna le arrebataba la vida y su cuerpo se iba helando de a poco.
Antes de que el hielo llegara hasta sus labios, sonrió con el infinito alivio de haberla encontrado. 
Y de poder comprobar lo que siempre presintió. ¡Que esa mujer era la dueña de su destino!


4 comentarios:

  1. Siempre el colofón de tus relatos son inquietantes Lilian. Efectivamente ella fue la dueña de su destino, ya que fue la causante de su partida. Tal vez el protagonista tuvo ese tipo de apertura en el tiempo, que a contadas personas les suele acontecer donde, es posible ver detalles de eventos futuros...De verdad muy bueno compatriota.
    Un abrazo desde mi Ñuñoa.

    ResponderEliminar
  2. ¡Qué triste historia! Uno espera que esa mujer sea su pareja futura y resulta que termina con su vida. Hay que tener cuidado con los sueños inquietantes...
    Me gustó cómo te quedó.
    Saludos otoñales.

    ResponderEliminar
  3. la muerte en cara de mujer
    porque siempre nosotras...desde siglos y milenios la muerte la mujer representada por una viaja con una hoz...

    al menos aqui la muerte se hizo agradable y grandiosa
    conocer el amor antes de cerrar los ojos
    que más quisiera uno!

    ResponderEliminar
  4. ¡Formidable tu imaginación!! Así me gusta amiga cuentos con imágenes fuertes. Difícilmente este cuento se puede olvidar, la violencia de la muerte que arrebata la vida en un instante sublime de amor. Me gustó. Un abrazo

    ResponderEliminar