Todas
las tardes, Julio pasaba a buscarla a la oficina y se iban tomados de la mano ,
en la frescura del atardecer.
Laura
lo amaba con locura y no podía evitar decírselo, una y otra vez. Julio sonreía
y le respondía : Yo también. Y eso era todo. No parecía notar en los ojos de
Laura la insatisfacción que le producía su falta de calor.
Una
tarde, pasaron frente a una tienda. Era más bien un baratillo, en cuya vitrina
se exhibían diversos objetos, muñecas, pañuelos, cajitas de música... En una
bandeja, había varios anillos.
-¡
Mira Julio! ¡ Qué lindos! Sobre todo
ese, con la piedra roja.
-Si
te gusta tanto, te lo regalo.
La
dependiente de la tienda sonrió satisfecha.
-¡
Qué intuitiva esta niña! ¿ Como adivinó
que es un anillo mágico?
Julio
comentó, sardónico:
- No
se preocupe, se lo vamos a comprar...No necesita atribuirle un valor agregado.
-No
es más que la verdad- respondió la mujer , irritada - La magia del anillo solo la perciben los
verdaderos enamorados.
Laura
se lo probó y notó que le ajustaba perfectamente, como hecho a la medida. Por
supuesto, era un anillo modesto y la piedra roja solo brillaba gracias al
azogue. Pero ella estaba feliz. ¡ Julio le hacía tan pocos regalos!
Esa
noche, no pudo quitárselo. Lo sentía adherido firmemente a su dedo, como si le
hubieran brotado garfios de acero que se incrustaran en su piel. Al final, desistió del intento y se durmió
con él.
Al
otro día seguía igual de apretado y Laura, sin querer, recordó las palabras de
la vendedora. Había dicho que era mágico... ¿ Y si lo era, de verdad ?
A la
hora de la colación, fue de nuevo a la tienda. Acodada en el mostrador, estaba
la mujer.
-Señora-
le dijo con cierta vacilación, temiendo parecerle ingenua- Quisiera que me
explicara lo que dijo ayer del anillo, porque lo cierto es que no puedo
quitármelo. ¡ Como si tuviera un
encantamiento!
- Lo
tiene, porque es verdad que es mágico. Yo lo llamo el anillo del desamor.
-¿ Y
por qué? - preguntó Laura, sobresaltada.
-Porque
lo sentirás apretado a tu dedo mientras el hombre que te lo regaló te siga
amando. Pero, si un día te traiciona, se soltará con total facilidad.
Laura
la miró atemorizada.
-¿ Y
de qué te afliges, niña? ¿ Acaso no estás segura de su amor? Lleva el anillo con confianza y sé feliz.
Laura
ya no vivió tranquila. Se sorprendía a cada instante comprobando si el anillo
estaba suelto. Pero, se tranquilizaba al notarlo siempre apretado a su dedo y
entonces,dichosa creía ver que la piedrecita roja titilaba como una estrella.
Hasta
que un día, notó que él había cambiado. Sus ojos parecían rehuir su mirada y un
mohín de fastidio alteró sus rasgos, cuando ella le reprochó su frialdad.
-¡
Son ideas tuyas, Laura! ¿ No te demuestro en mil formas que te quiero? ¿ Acaso no te regalé ese anillo?
En
ese preciso instante, el anillo resbaló del dedo de Laura y cayó en la vereda,
tintineando.
Ella
se quedó paralizada de horror. El se agachó a recogerlo y trató de ponérselo de
nuevo.
Ella
retrocedió, escondiendo su mano tras la espalda.
- ¡
No lo quiero, Julio! ¡ Quédate con él!
Y se
alejó calle abajo, sollozando.
El se
quedó en la esquina, haciendo rodar el anillo entre sus dedos, pero no trató de
seguirla.
La
piedra roja lanzó un destello, como de brasa que se apaga y de golpe, perdió
todo su brillo.
Julio
lo vio deslucido y ordinario y tras un momento de vacilación, lo arrojó a la
cuneta. Pensó que su nueva conquista era más exigente y tendría que regalarle
algo mejor.
Un buen termómetro sería tener ese anillo, aunque traumático por igual , andar con esa suspicacia permanente,y no gozar de ese amor aunque sea corto...
ResponderEliminarademás, como si uno no supiera desde siempre que nada dura eternamente por desfortuna...y como se ve la mujer es la que sale más d elas veces más herida que el varón...
nada cambia en la realidad...
Un interesante relato.
Espero estés bien amiga, yo sigo trabajando pero media jornada y bien en mi sur con días tropicales jajajja...el tiempo esta de locos por aquí.
EliminarPero bello nuestro sur!!
Gracias, Meulen, por tus comentarios tan sabrosos. No olvides a esta amiga
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