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domingo, 10 de diciembre de 2017

AMOR GÓTICO.

Mariana tenía catorce años y Edmundo había sido su primer amor.
No le resultaría fácil olvidar al muchacho más guapo del Liceo... Su nombre, de personaje de novela romántica, todavía  hacía latir rápido su corazón, cuando lo susurraba por las noches,en la soledad de su dormitorio.
Pero él mismo le había suplicado que lo olvidara...Con los ojos húmedos, le había jurado que la quería, pero que el destino cruel hacía que su amor fuera imposible...
Al principio todo parecía perfecto. El no pasaba un día sin ir a verla al terminar las clases y le aseguraba que le faltaba el aire cuando no la tenía cerca.
A Mariana, lectora de cientos de novelas de amor, le parecían todas sosas comparada con el romance que estaba viviendo.
Pero,  un día cualquiera él empezó a cambiar.
Se notaba distraído y silencioso, como si algo le preocupara. Dejaba pasar varios días sin ir a verla y después no contestaba sus llamados.
Mariana empezó a angustiarse.
-¿ Qué te pasa, Edmundo?  ¿ Hice algo que te molestó?
-No, Mariana. No eres tú ¡ soy yo!
- ¿ Es que dejaste de quererme?
-¡ Al contrario! Nunca me había enamorado así... ¡No creí que existiera una chica como tú en el mundo!
- ¿ Entonces?
-Es precisamente porque te quiero tanto que me tengo que alejar de tí...
-¿ Qué pasa? ¿ Tienes algún problema?
-No me atrevo a decírtelo. ¡ No me vas a creer! Parece imposible en esta época en que vivimos...¡ Me tengo que alejar de ti porque estoy maldito!
Mariana empezó a reírse, creyendo que se trataba de una broma, pero Edmundo la miró con tal angustia, que la risa se le congeló en los labios.
-Sobre mi familia pesa una maldición de siglos -continuó él, con voz quebrada- Todos los hombres la van heredando...Y a mí me tocó también. En noches de luna llena siento una fuerza oscura que se apodera de mí...
-¿ Qué quieres decir?- preguntó Mariana, asustada.
-Que soy un Hombre Lobo ¿ comprendes?  Y si no me alejo de ti, terminaré por hacerte daño.
Se tapó la cara con las manos y se alejó corriendo. Desde la esquina le gritó:
-¡ No se lo digas a nadie, por favor!
Mariana se fue a su casa llorando y a nadie le contó su terrorífica experiencia...¡ El le había rogado que no lo delatara!
Nunca lo volvió a ver. Pero pensaba en él todo el tiempo. A veces, en noches de luna llena, creía escuchar el lejano aullido de un lobo y pensaba:  ¡ Es Edmundo! Sufre porque no puede acercarse a mí...
Seguro que solo se trataba de un perro vago que ladraba presintiendo un temblor, pero Mariana era una romántica incorregible.
Al año siguiente llegó al Liceo una niña nueva. Se llamaba Paulina y casi de inmediato se hicieron amigas.
Paulina era muy reservada y cuando tocaban el tema del amor, ponía una cara triste y cambiaba de tema.
Mariana, intrigada, terminó por preguntarle si había sufrido una desilusión.
-No puedo hablar...Es un secreto que no me pertenece- suspiró Paulina- ¡ El me rogó que no le contara a nadie...!
Sobresaltada por un lejano recuerdo, Mariana aguzó el oído.
-Al principio creí que había dejado de quererme- continuó Paulina- Pero me aseguró que no, que estaba enamorado como nunca antes...Pero que teníamos que separarnos, porque su familia tenía una maldición que arrastraba por generaciones...
Mariana se había puesto roja, en seguida pálida y después roja, otra vez. Fogonazos de rabia y de humillación  se alternaban en su cara.
Paulina, sin darse cuenta, continuaba hablando, con los ojos inundados de lágrimas.
-Me dijo que tenía miedo de hacerme daño. En las noches sentía que una fuerza oscura se apoderaba de él y sabía  que aunque luchara contra la maldición, terminaría convirtiéndose...
-¡ En lobo! - completó Mariana, sin poder controlarse.
-¿ En lobo?  ¡ No!  ¿ Como se te ocurrió eso?  ¡ Tenía miedo de convertirse en vampiro!
¡ Ah!  Esa vez la cosa iba con vampiros , pensó Mariana, sarcástica  ¡ Resultó innovador, el muy canalla! 
La ira le hervía en el pecho, como la lava de un volcán.
-Me pidió que lo olvidara- suspiró Paulina-Pero ¡ no puedo! En las noches me duermo repitiendo su nombre...
-¡ Edmundo!- dijo Mariana, sin darse cuenta.
-¿ Como lo sabes?  ¿ Acaso lo conoces?
-¡ No!  ¡ Como se te ocurre! Se me vino a la mente, por la novela que estoy leyendo : El Conde de Montecristo. ¡ Qué coincidencia! ¿ Verdad?




6 comentarios:

  1. Jajaja, me gustó tu relato
    que tunante no?
    así van algunos mintiendo , al fin capaz
    que se conviertan en algo peor...

    Me parece haber leído antes este relato...
    como sea es interesante.

    Besos.

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  2. Tienes razón, querido Magdeli, este cuento lo puse el año 2013 y lo resucité por falta de inspiración. jaja

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  3. En todos tus cuentos están presente,los amores,y desengaños,
    creo que en tu vida existe lugares,muy escondidos que no te dejan serenar tu gran capacidad

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  4. Ja ja Juan. Nada que ver...Este es solo una tomadura de pelo de amor adolescente, para reírse un poco.

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  5. Estimada amiga
    Estés bien, no pasa nada si uno trae de nuevo estas historias, yo que tengo , gracias a Dios , memoria de elefante jajajjajaja
    no se me pasan algunas ...eso quiere decir que si te leo , ves?? y que mejor recordar aquellos cuentos
    que han sido más intensos ...

    te dejo un abrazo
    espero este tiempo estés rodeada de colores navideños
    yo amo esta época por el brillo y el color.
    y las codas bonitas que compartir.

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    Respuestas
    1. Bueno y te desafío a realizar un cuento de Navidad...

      :))

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