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sábado, 18 de noviembre de 2017

FANTASMAS ENAMORADOS.

Jorge se aprestaba a apagar la luz y arrebujarse en las frazadas, cuando vio a un hombre en su dormitorio.
Aterrado, asumió que era un ladrón y tiritando, le alargó el celular y la billetera que estaban sobre el velador.
El extraño se rió por lo bajo y sin hacerle caso, se sentó en el borde de la cama.
Jorge notó que vestía una especie de túnica algo andrajosa y comprendió que se trataba de un fantasma. A través de su cuerpo se veían los muebles de la habitación y la perilla de la puerta brillaba a la altura de su pecho, como si tuviera una ampolleta encendida en el corazón.
Esta comprobación lo tranquilizó de inmediato. Hacía tiempo ya que le tenía más miedo a los vivos que a los muertos.
-¿ Se puede saber con quién tengo el gusto...?- le preguntó educadamente.
El fantasma suspiró y al principio no contestó nada.  Su mirada se deslizaba por el cuarto, como tomando nota de todos los detalles.
-Soy Sebastián- dijo al fin, con melancolía-  Viví aquí hace mucho tiempo...Está todo igual. Esa mancha de humedad en el rincón está más grande, eso sí. Se ve que no has llamado al plomero...
Molesto por el reproche, Jorge abandonó su cortesía.
-A decir verdad, estaba por dormirme...Si no te molesta...
-Duerme no más. Yo te acompaño.
-¿No podrías irte, mejor?
-Lo siento. No me puedo ir. Estoy esperando a alguien.
-¿ A quién, si puede saberse?
-A Paulina. Vivimos juntos aquí hace muchos años. ¡ Eramos tan felices!  Cuando yo morí, ella dejó esta casa porque no podía soportar los recuerdos...
Jorge se sentó en la cama, interesado a su pesar. Después de todo, sólo posaba de cínico, pero en el fondo era un romántico.
-La he venido a esperar aquí- continuó el visitante- porque sé que cuando llegue su hora, ella vendrá a buscarme a la que fue nuestra casa...
Jorge lo pensó mejor y abandonó el sentimentalismo. No se halló capaz de soportar a dos fantasmas en sucasa. Con uno bastaba para tener insomnio.
Decidió desalentarlo para que se fuera.
-Y ¿ no has pensado que en todos estos años ella pudo haberte olvidado y haberse enamorado de otro?
-¡ No! ¡ Eso jamás!  Nuestro amor era indestructible. ¿ Qué puedes saber del Amor tú, que estás acostumbrado a hacer citas por internet y a cambiar de pareja como de calcetines?
-Lo que pasa es que tú te moriste demasiado joven y no alcanzaste a conocer la falsedad de las mujeres.
El fantasma de Sebastián lo miró entre enojado y dolido, pero no se movió.
-¡ Bueno!  Quédate a esperarla, si quieres. Pero, te advierto que será inútil...Y no me hables más, porque tengo sueño.
Se abrigó con la frazada y se volvió contra la pared.
A la mañana siguiente, no vio a nadie en el dormitorio y respiró aliviado.
Poco le duró la tranquilidad, porque en la noche lo despertaron profundos suspiros que venían del sillón al lado de su cama.
-¡ Vaya! Tú, de nuevo, Sebastián...No te cansas ¿ verdad?  Ya te convencerás de que Paulina te olvidó hace tiempo y que, cuando llegue su hora, como dices tú, será con otro con quién correrá a encontrarse...
Y así, noche tras noche, Jorge se dedicó a socavar las ilusiones del fantasma. A  ratos burlándose de su ingenuidad, a ratos aconsejándolo como amigo...La cosa era librarse de él de una vez por todas.   Además que, por supuesto, no creía en la fidelidad de Paulina ¡ No conocería él a las mujeres, háganme el favor...!
Con el paso de las semanas, Jorge notó que su táctica destructora de la confianza de Sebastián empezaba a dar frutos.
De veía cada vez más alicaído. Si no hubiera estado ya muerto , podría haberse dicho que estaba enfermo...Incluso iba perdiendo consistencia. Si antes era casi transparente, ahora no tenía contornos. A veces parecía solo un jirón de humo flotando en la habitación.
Hasta que un día, después de exhalar un profundo suspiro, se desvaneció.
Jorge no cabía en sí de contento. ¡ Por fin se había librado de su fastidiosa presencia! 
Durmió sin sobresaltos y al otro día anduvo de buen genio, silbando entre dientes una cancioncita...
No le duró mucho la alegría.
Dos noches después, cuando ya se estaba quedando dormido, sintió una presencia extraña en el dormitorio.
Abrió los ojos sobresaltado. Sobre él se inclinaba el fantasma de una mujer, que le preguntaba ansiosamente:

-¿ Habrá venido Sebastián por aquí?


5 comentarios:

  1. Olá! Boa tarde.
    Visitando os blogs amigos cheguei até seu blog. Amei suas postagens e a forma como comentas em suas visitas. Restou seguindo e lhe convido a conhecer os meus, se gostar seguir, ficarei grata.
    Abraços, com desejos de um fim de semana abençoado.

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  2. genial, genial tu entrada de hoy. Un aplauso Lily

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  3. Verdaderamente con la pluma eres una artista, tus relatos son muy buenas,pero casi siempre en ellos están tus anhelos por encontrar algo que perdiste una vez.

    Sigo con interes todos tus escritos

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  4. Que maravilla de relato!
    Suspenso, imaginacion,creatividad... ingredientes que has sabido utilizar de forma estupenda.
    Abrazos.

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  5. Hola amiga , que bello relato...
    y ahora que sucederá pienso, ...como solucionará el asunto que el mismo provocó en el fantasma que enamorado esperaba...
    paradoja del destino ...

    abrazos.

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