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domingo, 3 de abril de 2016

LA NIÑA

Una mañana,mientras se peinaba en su dormitorio, Camila sintió un cosquilleo raro en la nuca, como si alguien la estuviera mirando.
Se volvió y vio a una persona sentada en el borde de su cama.
Era una niña que aparentaba unos quince años. Su pelo era negro y liso y su cara pálida hacía pensar en un principio de anemia.
Le resultaba vagamente conocida, pero no sabía de donde.
Las visitas empezaron a repetirse con asiduidad.
Llegaba cuando menos la esperaba y se colaba en su dormitorio sin golpear.
Su pregunta era siempre la misma:
-¿ Qué hiciste con nuestra vida?
La primera vez, Camila no entendió y le preguntó, confundida:
-¿Qué quieres decir?  ¿ Quién eres tú?
La niña la miró con rabia.
- ¿Que no me reconoces?  Yo era tú, cuando teníamos quince años. Tenía ilusiones y sueños. Pero tú los destruiste todos. ¿ Qué hiciste con la vida que nos habían regalado?
A veces, pasaban semanas en que no la veía y Camila respiraba con alivio.
¡Todo fue una alucinación!- se decía- Algo que soñé estando despierta...
Pero entonces, la niña volvía a aparecer, para acusarla sin piedad:
-¡ Teníamos tanto!  Yo era inteligente. Pude haber estudiado y tenido una profesión. Pero tú me coartaste con tu angustia y tu ansiedad de afecto. ¡ Creías que el Amor lo solucionaba todo!  Te dedicaste a buscarlo, inútilmente. Malgastaste nuestros mejores años. ¡ Mujer estúpida! ¿ Qué hiciste con mis posibilidades? Por tu culpa no llegamos a nada. ¡ No somos nada!
Y así, repetía una y otra vez su repertorio de acusaciones, hasta que Camila creía enloquecer.
Se tapaba los oídos y le gritaba:
-¡Ándate!  ¡Ándate!
Pero, la niña se sentaba a su lado en el vagón del Metro y a su lado permanecía, hablando sin descanso, mientras Camila intentaba leer una novela para dejar de pensar.
¿ Cómo librarse de ella?
Decidió matarla.
Lo preparó todo, pero su torturadora dejó de aparecer.
¡ Quizás se aburrió y se fue !- conjeturó Camila- Total, ya causó el daño que pretendía. Ya me dejó insomne y sin ganas de vivir por el resto del tiempo que me queda.
Alcanzó a paladear el sabor insípido de su liberación.
Pero una tarde en que se vestía en su dormitorio, la niña se sentó en el borde de su cama.
-¿ Vas a salir?  ¿ Acaso encontraste algo novedoso en tu vida fracasada?  No te arregles tanto. No sacas nada. Es tarde para todo. ¿ No te das cuenta?
Camila subió con rabia el cierre de su vestido y sintió que se rompía.
-¡ Basta ya!- pensó- ¡ No soporto más a este proyecto de arpía!
La niña se apartó de ella y se paró frente al espejo, enredándose un mechón de pelo entre los dedos.
Camila se acercó por detrás y le clavó un cuchillo en la espalda.
La niña abrió los ojos desmesuradamente y soltó un grito. Luego, cayó muerta a sus pies.
En ese mismo instante, la imagen de las dos en el espejo empezó a diluirse. Primero se borró la niña.
Lo último que desapareció fue su pelo negro esparcido sobre la alfombra.
Luego, Camila sintió que su cuerpo se disgregaba en diminutos fragmento que se iban fusionando con la penumbra del dormitorio.

No tuvo miedo.  Al contrario. Alcanzó a sonreírse a si misma , con el infinito alivio de descansar por fin.


7 comentarios:

  1. Desde que llegamos a este mundo,todos tenemos un camino trazado,llegar lo más tarde posible a ese final, pero tenemos la obligación de comnservar la existencias,y hacer el bién a nuestro prójimo,pero a veces la mente nos suele jugar malas pasadas.

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  2. Amiga escritora,tu comentario es casi una apologia de las intenciones del fotografo.
    Los libros siempre son y seran los mejores amigos,ellos nunca te defraudaran

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  3. que tremendo...llegar a una edad y saberse perdida
    no apreciando lo que se es y ni siquiera la vida...

    un abrazo para ti!

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  4. Tus commentarios a esa fotografia,es todo un poema
    Un fuerte abrazo

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  5. Amiga escritora,cuando nos hacemos mayores,interiormente,la soleda nos copa poco a poco
    Un fuerte abrazo

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  6. Amigo escritora,el dinero lo puede comprar casi todo,pero la vanidad solo la tienen los inbeciles o no muy culta

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  7. Es un caso de depresión crónica, nunca aprehendió a quererse a si misma. Para algunos(as) es fácil, para otras(os) difícil y para otras(os) imposible. Cuando el verdugo mental no deja vivir. ¿La vida es bella?.
    Inquietante tu cuento. Un cariñoso abrazo

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