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domingo, 5 de junio de 2016

UN EXTRAÑO ACCIDENTE.

Marcos se levantó con la cabeza pesada de sueño. No había dormido bien, pensando en el trabajo que tenía acumulado en su oficina. ¡ Era como si los asuntos más engorrosos y desagradables fueran a parar siempre a su escritorio!  Más de una vez le había parecido captar sonrisitas cómplices entre sus compañeros, que se ponían de acuerdo para alivianar sus tareas a costa de él.
Se metió a la ducha con los ojos cerrados y pisó el jabón que había caído dentro de la tina. Resbaló y su frente golpeó con violencia contra el grifo. Por unos segundos, vio todo negro, luego se recuperó y logró ducharse sin dar otro traspié.
Pero se sentía mareado y continuó así mientras iba por la calle a tomar el Metro.
Tropezó con un hombre y le pidió disculpas amablemente. El otro le palmeó el brazo, como quitando importancia al asunto, pero cuando Marcos le volvió la espalda, lo escuchó exclamar con rabia:
-¡ Idiota!  ¿ Tan temprano y ya andas borracho?
Marcos no hizo caso y se acercó al puesto de diarios.
Como cada mañana, el suplementero le tendió su periódico favorito y le recibió un billete. Marcos no se fijó que, al pasarle el cambio, el hombre le daba los buenos días con una sonrisa.
Ya se alejaba, cuando lo escuchó decir:
-¡ Otro amargado que no saluda!  Este parece un país de zombies...Nadie mira a nadie. Todos caminan ciegos hacia adelante, como si el mismo diablo los empujara...
Marcos se volvió, creyendo que el suplementero lo increpaba, pero lo vio de espaldas, acomodando unas revistas, sin reparar en él.
La cabeza le zumbaba como si tuviera adentro un colmenar de abejas. Miles de voces resonaban en su cerebro.  Parecía que  todos los transeúntes que pasaban le hablaban al unísono.
En realidad, nadie se fijaba en él.
Llegó al trabajo atrasado y entró a su oficina sin saludar a nadie.
De pronto escuchó venir, no sabía de donde, una voz muy dulce que susurraba:
-¡ Por fin llegó!  Creí que ya no vendría hoy...
Miró a todos lados y sólo vio a Marisa, la secretaria, parapetada tras el computador.
¿ Qué es ésto?  No entiendo lo que me pasa...Parece que estoy escuchando los pensamientos de la gente. ¿ Será a causa del golpe que me dí esta mañana?
Entró a la oficina del gerente, para disculparse por su atraso.
 Este lo miraba en silencio mientras Marcos hablaba, pero él oía claramente que, sin mover los labios, rezongaba molesto:
-¿ Hasta cuando me hace perder el tiempo este patán?  Como si me importara a mí su estúpido accidente...
En voz alta le dijo:
-¡ Lo siento mucho, Marcos!  Esos accidentes caseros son los peores. Tómese las cosas con calma y si se siente mal, se retira más temprano.
Salió de ahí, anonadado.
Acodado en su escritorio, pensó en la tremenda desgracia que le había caído encima. ¿ Cómo vivir así, sabiendo lo que la gente pensaba realmente de uno ?  Era una pesadilla...
Otra vez le llegó la misma voz dulce que había escuchado al llegar:
-Yo lo quiero- suspiraba- Pero él no se fija en mí. ¡ Llevo tanto tiempo tratando de llamar su atención...!
Marcos se paró de un salto y se acercó al puesto de Marisa.
-¡ No es que no me haya fijado en ti !  Es que yo no sabía...
Ella lo  miró, aterrada y Marcos se dio cuenta de que acababa de traicionar su secreto.
Retrocedió, balbuceando:
-Lo siento , no sé lo que digo. Esta mañana tuve un accidente y me duele mucho la cabeza.
En la tarde, empezó a escuchar una voz que parecía venir de la oficina del Contador Jefe:
-¡ Ya tengo todo listo!  ¡ Nadie sabe que tengo la clave de la caja fuerte!  ¡ Es ahora o nunca!  Esperaré a que todos se hayan ido....y después ¡ a volar!  Nunca más me verán ni el pelo...
Marcos no lo podía creer. ¿ Don Manuel?  El empleado más antiguo y de más confianza... ¿Estaba planeando un robo?  ¡ Y pensaba el ingenuo que no lo iban a descubrir !  Iba a arruinar su vida...¡ No!  No lo podía permitir...
Entró a la oficina del contador y lo vio inclinado sobre su escritorio, como abatido por una gran preocupación.  Al escucharlo entrar, ocultó algo con unas carpetas.
-¡ Don Manuel!- le suplicó Marcos- ¡ No lo haga!  Sospecharán de usted de inmediato. Dicen que siempre el empleado más leal es el que termina robando...
-¿ Qué dice?- gritó el contador, alterado- ¿ Como se atreve...?
Pero luego se distendieron los músculos de su cara y estalló en carcajadas.
-¿ Se refiere a ésto?-  le mostró la novela que ocultaba bajo las carpetas : " Confesiones de un ladrón"- ¡ Nunca pensé que sin darme cuenta estaba hablando... quiero decir, leyendo en voz alta!  Y usted creyó que....jajaja. ¡Qué chiste tan bueno, Marcos!
Pero, al  mismo tiempo,le oyó murmurar con rabia:
- ¡ No hay nada  más peligroso que un idiota!
Marcos volvió a su escritorio, rojo de vergüenza.
Tomó su maletín y se alejó de ahí, casi corriendo.
Por la calle lo perseguía el run run incesante de los pensamientos de la gente. Se apretaba la frente con las manos y creía enloquecer.
Al fin pudo descansar en la soledad de su departamento. Agotado, se tendió en su cama y sin darse cuenta, se quedó dormido.
Despertó cuando ya había amanecido. Notó que no estaba mareado ni le dolía la cabeza.
¿ Se habría terminado al fin su pesadilla?
En la calle no escuchó nada inusual. Sólo el ruido intenso del tráfico, a esa hora.  El zumbido de colmena dentro de su cerebro había desaparecido.
Al entrar al vestíbulo de la Empresa, notó una agitación extraña. Nadie estaba en su puesto. Había grupos que cuchicheaban, mirando en dirección a la oficina de la Gerencia. A través del vidrio se divisaba unos hombres de traje oscuro, que parecían de Investigaciones.
-¿ Qué pasó?- preguntó en voz baja.
-Don Manuel, el Contador jefe....Se arrancó con la plata de la caja fuerte...¿ Quién se lo iba a imaginar?
Marcos se acercó a Marisa, que lloraba en silencio.
-¡ Yo lo quería tanto!   ¡ Era tan caballero!  Me recordaba a mi papá...
Marcos sacó su pañuelo y suavemente, le secó las lágrimas.

No supo lo que ella pensaba ( ahora no ¡ menos mal! )  Pero sus ojos parecían hablar, cuando lo miraron con dulzura.


7 comentarios:

  1. Tu optimismo refleja parte de tu personalidade de escritora

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  2. Lo mejor que puede hacer tu personaje,es no salir a la calle

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  3. El arte se puede interpretar de distintas formas,y el viejo fotógrafo,cuya materia gris no le funciona muy bién,lo penso de esa manera.

    Un fuerte abrazo

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  4. Andalucia,es una tierra muy vieja, llena de historia
    Un fuerte abrazo

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  5. Tenía razón Marcos acerca del jefe.
    Que mal lo tuvo que pasar, esuchando siempre el emjambre de abejas humanas durante esas horas.
    Extraño accidente en verdad.
    Un abrazo.
    Ambar

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  6. Amiga escritora,el viejo fotógrafo ya tiene una edad muy avanzada,por eso el tiempo para el tiene muy poco futuro

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  7. Amiga escritora,tu comemtário es fruto de una mente más avanzada,que la que posee el viejo fotógrafo
    Un fuerte abrazo

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