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domingo, 17 de enero de 2016

LA TUMBA DEL AMOR.

Lily había quedado cesante.  De la noche a la mañana, la pequeña tienda de hilos y lanas para tejer,  en la cual trabajaba de vendedora, cerró sus puertas.  Ya casi no tenía clientes.
Estaba claro que en la actualidad, pocas mujeres tejían.  Ni las abuelas se preocupaban ya de preparar el ajuar de sus futuros nietos. Preferían pasar las horas chateando en internet o solicitando en facebook la amistad de algún viudo interesante.
Lily debía un mes de pensión y comprendió que, por el momento, no podría saldar la deuda.
Esa noche no se atrevió a llegar a la casa y enfrentarse con la cara hosca de la dueña. Decidió ir al día siguiente a buscar algunas cosas, cuando ella hubiera salido a hacer sus compras.
Pero ¿ donde dormiría esa noche?
Saboreando su incertidumbre, como si chupara un limón agrio, echó a andar por una calle solitaria.  Sin saber cómo, terminó entrando al cementerio.
Vio que podía quedarse escondida entre las tumbas, sin ser detectada por el vigilante.
Al caer la noche, se cerraron las rejas y el silencio envolvió como un manto aterciopelado la ciudad sepulcral.
La aguja de una torre cercana abrió un ojal en el cielo,  para abrochar el botón dorado de la luna.
Unos pájaros nocturnos se llamaban dulcemente entre las ramas de los cipreses.
Lily no le tenía miedo más que a los vivos.  Así es que se acurrucó sobre una tumba y tranquilizada por la paz del recinto, no tardó mucho en quedarse dormida.
Despertó  contenta. Era Verano y hacía calor a esa hora temprana de la mañana . Se lavó en un grifo y se peinó, antes de que apareciera el jardinero.
Pensó que el cementerio era un sitio ideal para vivir y decidió quedarse allí, mientras encontraba otro empleo.
Sigilosamente , fue a buscar algo de ropa a la pensión y cargada con su mochila y una frazada, se deslizó de nuevo al interior del Camposanto.
Esta vez pudo leer las señas del difunto sobre cuya tumba había dormido la noche anterior.
Se llamaba Heriberto y había muerto hacía poco, cuando apenas tenía veinticuatro años.
En la cabecera de la tumba, habían puesto su fotografía enmarcada en metal. A Lily le pareció que había sido un joven muy atrayente. Sus labios eran generosos y sus ojos,  grandes y oscuros, como si ocultaran un secreto de amor.
- ¡ Seguramente era un poeta!- pensó Lily y se condolió de su triste destino.
Pensó que había muerto muy joven y seguramente no había alcanzado a amar.  Pero también se había ahorrado todo el sufrimiento que la vida le reserva a los espíritus sensibles.
Notó que en la tumba no había flores y decidió poner remedio a esa negligencia.
Sin ningún remordimiento fue a sacar algunos claveles de la tumba vecina,  sin dejar de ofrecer disculpas a su ocupante.
-Perdone, señor, se lo ruego. Es un caso de fuerza mayor...Se trata de un joven triste que escribía poemas...  ¡ Un difunto tan especial no puede estar sin flores!
El jardinero le prestó una escoba. Con ella barrió la tumba y arrancó la maleza que había crecido alrededor. Finalmente, le echó el aliento al cristal de la foto y la frotó con su pañuelo hasta dejarla reluciente.
Estaba casi segura de que Heriberto le había sonreído.
Lily no demoró mucho en encontrar otro empleo. Una amiga la recomendó en un restaurante, para que ayudara a servir las mesas. No tenía experiencia, pero la contrataron de inmediato.  ¡Allí sí que hacía falta personal!
El restaurante pasaba lleno de improvisados gourmets. Y se había puesto de moda sacar fotos con el celular al plato que estaban comiendo. Luego las subían a su facebook para demostrar que eran unos tipos con suerte, que siempre lo estaban pasando mejor que los demás...
Pero Lily siempre pensaba en Heriberto. Echaba de menos sus charlas nocturnas, cuando ella le contaba sus penas y él callaba comprensivo, brindándole su apoyo incondicional.
Se sentía enamorada.
 ¡ Somos tan unidos!- pensaba - ¡ Si hasta hemos dormido juntos!
Y al pensar eso, se ruborizaba un poco, porque era una chica inocente que aún no había conocido el amor.
Así es que varias tardes a la semana, al concluir su turno en el restaurante, se encaminaba al cementerio. Ahora disponía de dinero para comprar flores y siempre le llevaba un ramito.
Se fue el verano. Hacía un poco de frío y las primeras brumas doradas del otoño envolvían los árboles, aquella tarde en que lo vio.
Desde lejos lo distinguió parado junto a su tumba, como si la estuviera esperando.
Sintió que las piernas se le doblaban y por un instante, su corazón dejó de latir.
Cuando pudo articular unas palabras, sólo atinó a preguntarle:
-¿ Y cómo saliste?
El la miró confundido, parecía no entender la pregunta. Pero luego, su semblante se aclaró.
-Bueno...Pedí permiso para salir.
-¿ Y se puede hacer eso ?- balbuceó Lily,  sin creer lo que escuchaba.
- En la oficina donde trabajo, sí . Además, les dije que venía a ver la tumba de mi hermano, que hace mucho tiempo que la tenía abandonada...
Se volvió a mirar con cariño la foto de Heriberto y al ver todo tan limpio y  violetas frescas
en un florero , le preguntó:
-¿ Eres tú la que ha cuidado la tumba todo este tiempo?
 Lily había ido comprendiendo de a poco. ¡ Era tan igual a Heriberto ! Con los mismos ojos grandes y oscuros. Y la misma boca de labios llenos. Seguramente habían sido gemelos...
-Sí. Yo he estado viniendo desde hace tiempo...
Y no quiso decir más. ¿ Cómo explicar que lo había conocido después de muerto?
Mientras hablaban, el cielo se había cubierto de nubes y repentinamente empezó a llover.
-¡ Vamos!- dijo él-  Salgamos de aquí.  ¡Nos vendría bien un café caliente!

Lily miró la foto puesta en la tumba y esta vez sí que estuvo segura, absolutamente segura de que Heriberto le sonrió.


2 comentarios:

  1. Hola mi querida amiga

    hermosa historia...una esperanza que se teje en el circulo d ela vida...que nadie sabe de donde o como puede llegar
    y todo al fin se trasunta a nuestras propias decisiones...a enfrentar nuestros miedos y de como un ser es capaz de sobreponerse a las adversidades y comprender esos mensajes un poco mas allá...que mas allá siempre brilla la vida y nos entrega nuevos caminos ...
    el desprendimiento y sensibilidad de esta mujer abrió los brazos de la esencia viva del amor y la guía hacia adelante mejorando todo aspecto de su vida...
    que así sea...

    *******************************************

    Gracias por tus comentarios en mi blog querida amiga
    pero como otras veces debo aclarar que mis poemas no van en la línea de una relación...eso ya lo que he dicho antes...
    lo digo para que no te angusties si acaso piensas que ando de tumbos jajjajaja

    te dejo un gran abrazo!

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  2. Espero estés muy bien

    aquí hoy amaneció lloviendo
    pero esta bien por las plantas que necesitan agua de lluvia...
    y así mi jardín crece más bello...

    que tengas lindo días por tu vida...

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