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domingo, 9 de noviembre de 2014

TODO EMPEZO EN HALLOWEEN...

Joaquín y Patricio habían decidido pasar esa noche de Halloween en el cementerio.
Tenían la vaga esperanza de divisar algún espectro o al menos, oír una voz de ultratumba que les erizara el pelo de la nuca. Algo verdaderamente aterrador, no esa lata de acompañar al hermano chico a pedir dulces o ir a bailar a la discoteca disfrazados de esqueletos.
Se metieron a escondidas al cementerio, por entre los barrotes de la reja e iban caminando muy tranquilos, cuando Joaquín exclamó:
-¡ Oye!  ¡ Me acabo de acordar de algo que escuché hace tiempo!  Dicen que si te llevas tierra de una sepultura, el espíritu del difunto se va contigo....
-¿ Y para qué va a querer uno llevarse a su casa un alma en pena?  ¿Para que no lo deje dormir en la noche con sus lamentos?
-¡No, hombre!  Al contrario...Asegura la gente que el espíritu se siente tan feliz de que lo hayas devuelto al mundo de los vivos, que te ayuda en todo y las cosas te empiezan a salir bien.
-¡Ah!  ¡Qué grandioso sería tener a un espíritu como socio!  -suspiró Patricio- ¡Con lo que yo necesito un poco de suerte en el trabajo!   Y en el amor... ¡Más vale no hablar!
-Bueno ¿ y qué esperas, entonces?  Mira esta tumba. Está recién ocupada, ni siquiera tiene lápida....Llegar y sacar...
Patricio escarbó con las manos y se llenó los bolsillos de tierra suelta.
En ese preciso instante, creyeron oír una voz quejumbrosa que decía:
 -¡Suéltame!  ¡Suéltame!  ¡No me quiero ir de aquí!
Joaquín salió corriendo despavorido y no se acordó nunca de mirar atrás para saber lo que había sido de su amigo.
Patricio estaba paralizado de espanto. Pero luego reaccionó y dando vueltas el forro de sus bolsillos botó toda la tierra que había en ellos. Luego corrió y no paró hasta llegar a su casa.
Allí se sintió más tranquilo y hasta lamentó haber reaccionado con tanta premura. ¿ Y si el difunto realmente le hubiera ayudado?
Al colgar su chaqueta, comprobó que aún quedaba tierra al fondo de los bolsillos y otro puñado se le había metido dentro de los zapatos en el momento de vaciarla.  La recogió con cuidado y la guardó en su escritorio, en una cajita que había contenido alfileres.
Por si acaso....pensó. Y se durmió sonriendo.
Al amanecer, lo despertaron unos suspiros:
-¡Ay!  ¡ Ay! ¡Quiero volver a mi casa!- gemía una voz que parecía venir desde otro mundo.
-¡Ah!  Así es que te traje para acá, después de todo-le contestó Patricio- Pero, no te aflijas. Te prometo que si me ayudas, te devuelvo al cementerio. Si no, ya sabes...Aquí te quedas.
A todo ésto, Patricio se preguntaba por qué el difunto tendría tantas ganas de seguir muerto. Joaquín aseguraba que todos querían volver....A menos de que se tratara de un suicida, pensó. Alguien a quién la vida lo tuviera hastiado a más no poder. Seguro que de eso se trataba.
En los siguientes días pudo notar la eficacia de la ayuda que estaba recibiendo.
Sorpresivamente, renunció el jefe del Dpto de Estudios de Mercado y el nombre de Patricio empezó a sonar como carta segura para reemplazarlo.
Una noche lo invitaron a una cita a ciegas y conoció a la chica más linda y más simpática que fuera posible imaginar. Y lo estupendo fue que ella lo miró con agrado y le prometió que seguirían conociéndose...
Se sentía tan feliz que ya ni se acordaba de la promesa que le había hecho al espíritu. Estaba consiente de que le había asegurado que si lo ayudaba, llevaría la tierra de regreso al cementerio y con ella, lo devolvería a su lugar de reposo.
Entre sueños, escuchaba los suspiros lastimeros que venían desde el escritorio, pero seguía durmiendo sin hacerles caso. Egoistamente, pensaba que podría necesitar algo más en lo que pudiera interceder el espíritu.  Era cierto que tenía un buen trabajo y la promesa de un ascenso. También tenía amor...¡pero había tantas otras cosas deseables en el mundo!
Un insistente rumor empezó a circular en la oficina. Había otro postulante para el cargo de Jefe de Estudios de Mercado....Y venía muy recomendado " desde arriba".
Patricio sintió que se hundía en una arena movediza. De un día para otro, su ascenso, que consideraba seguro, empezaba a peligrar.
Menos mal que esa tarde tenía cita con su chica. Ella le daría ánimo y le infundiría un nuevo optimismo. Son sólo rumores- le diría -No todo está perdido.
 Y por último, tenía su amor, que valía más que cualquier ascenso.
Pero, ella no acudió a la cita y su teléfono estaba fuera de servicio.
El mundo pareció desmoronarse y sepultarlo entre los escombros. ¿Qué había pasado para que de pronto se revirtiera su suerte?
Pensó en la cajita que contenía tierra del sepulcro...Era preciso cumplir su promesa. Aquella pobre alma en pena no tenía la culpa si fallaban las cosas de repente. Era cosa del destino.
Patricio sabía que lo había ayudado todo lo posible y que él, en respuesta, la había traicionado.  ¡Merecido tenía lo que le estaba pasando!
Esa tarde, en el cementerio, buscó la tumba durante más de una hora. Aterrado, pensó que no la hallaría nunca. Pero, al final, bajo un ciprés, la vio tan solitaria y tan mísera como siempre.
Vació la tierra con cuidado y se alejó. Había andado un corto trecho cuando le pareció escuchar un suspiro dulce y aliviado, como el que daría un viajero que llega al fin a su hogar.
A la mañana siguiente, lo nombraron en el puesto de jefe de Estudios de Mercado y su chica, que había tenido descompuesto el teléfono, lo llamó para decirle:
  -¡Te felicito, mi amor!
 

6 comentarios:

  1. Una interesante historia de Hallowen.

    Un beso.

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  2. vaya buena idea para seguir no??

    aunque yo solo se de puras cosas malas , oscuras y nefastas al usar tierra de cementerio ...
    los chonchones no dejarán de molestar ...:))

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  3. Hola, Lillian.
    Me gustó tu cuento. Juega con esa incertidumbre de si lo que le sucede a uno tiene que ver con ciertas supersticiones o es en cambio obra de la casualidad. Tu final podría apuntar hacia las dos maneras.
    Y bueno, hablando de almas, al final la de Patricio no estaba tan podrida y le pudo el remordimiento, algo poco común hoy en día en mucha gente.
    Tiene cierta gracia la frase que le suelta Patricio al espíritu sobre ayudarle o que se queda en su casa. Parece que el protagonista no ha visto muchas películas de miedo y de lo que son capaces los espíritus cabreados jaja.

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  4. Me he divertido, hay tanta mitología sobre los muertos que estoy pensando morirme pronto y venirte a buscar y salir a bailar el baile del esqueleto donde los huesos sonaran como cascabeles al ritmo. Los muertos no se creen la muerte ¡son la muerte! Hasta la próxima vida.

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  5. ¿Todo sucedió por la tierra del difunto o porque todo debería suceder?. El cuento adquiere su riqueza con este juego de posibilidades.
    Un abrazo para ti.

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  6. un verdadero placer haberte encontrado

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