Tarea
de taller.
¿ Te
das cuenta, Sarita? Aquí estamos solas
tú y yo. Tu hijo adorado se fue y ni se acordó de llevarse tu retrato y el
ánfora con tus cenizas.
Y te
dejó conmigo, qué ironía. Con la nuera a la que nunca quisiste y a la que le
echabas la culpa de las desgracias de tu Polito querido.
Así
le decías ¿ te acuerdas?
Cuando
nació, pasaste muchos meses resistiéndote a bautizarlo. No querías ponerle el nombre de tu marido. De
ese hombre que hacía ya tanto tiempo que te había roto el corazón.
No
querías que se llamara también Eduardo, ese nombre que al principio habías
susurrado con pasión y que había terminado por quemarte la lengua cada vez que
lo pronunciabas.
Y
como en esa época vendían los helados " Polo" empezaste a llamarlo así :
Polo, Polito, tu lindo bebé, tu hijito idolatrado...
¿
Donde andará ahora?
Llueve
y miro por la ventana hacia la noche mojada. ¿ Tú escuchas? ¿ Oyes caer la lluvia, sonando en los
cristales?
Quizás
sueñas que son los pasos de él, que regresa a buscarte.
¿ Cómo pudo dejarte aquí?
Puse
el ánfora con tus cenizas sobre la cómoda, al lado de tu fotografía, para que
me hagas compañía en esta noche interminable. ¿ Te das cuenta de que las
mujeres estamos condenadas a quedarnos siempre solas?
Pero,
no te preocupes, Sarita. El volverá. En su rápida huida, dejó olvidadas muchas
cosas que le son imprescindibles. Cuando
venga a buscarlas, le pediré que te lleve con él a su nueva vida.
Es
cierto que para ti no será una nueva vida sino una nueva muerte. Monótona como
ésta, pero más confortable que la que tienes al lado mío, al lado de tu nuera
,la frívola, la que aceptaste a regañadientes.
Desde la cartulina de la fotografía, veo tus
ojos fríos clavados en mi y pienso que todavía me odias. ¿ Que yo te arrebaté su amor ? Mentira.
Ese hombre no nos quiso nunca a ninguna de las dos. ¿ Te habría dejado
olvidada aquí, si fuera de otro modo?
Seguramente
nunca pensaste que tu hijo podía haber heredado el corazón pétreo de tu marido,
contra el cual te estrellaste y te rompiste en pedazos.
¿
Nunca se te ocurrió que aunque te obstinaras en llamarlo Polito, él era un
nuevo Eduardo nacido para abandonarte también?
Ahora
lo sabes, Sarita. Seguro que ahora lo entendiste. En esta noche de lluvia en
que estamos solas tú y yo, odiándonos. Con la muerte entre medio, pero
odiándonos igual.
Miro
tu fotografía junto al ánfora de tus
cenizas y me regocijo porque al menos, yo todavía estoy viva.
Triste desquite ¿ no crees?
Sé que
el rumor de la lluvia te hace pensar que se aproximan sus pasos... Imaginas que
no te ha olvidado y por fin viene a buscarte.
¿ Y acaso yo no tengo el mismo sueño ? ¿ Acaso no espero lo mismo yo también ?
Un personaje que pese a los años tiene su venganza. Existen seres así, que nunca terminan por comprender que la vida es algo más que ofensas o recriminaciones. En cuanto al personaje del hombre que se aleja y se refleja en su hijo, gran verdad. Suele suceder.
ResponderEliminarAbrazos querida Lily.