Tarea
de Taller. Autobiografía, entre 0 y
siete años.
¡ Nunca voy a olvidarte, vestidito blanco!
Las
tres hermanas hicimos la Primera Comunión con el mismo vestido.
Yo
era la menor, así es que después mi mamá me lo acortó y me lo dejó para las
fiestas de cumpleaños.
La
primera niña que me invitó fue la Carmencita Pérez y en su casa te conocí,
Vicente, porque eras su hermano más
chico. Ambos teníamos siete años. ¿ Y
creerás que me acuerdo de todo?
Que
me mirabas mucho, que me elegías en todos los juegos y que, cuando nadie nos
veía, me dijiste al oído que, con ese vestido, yo parecía una paloma blanca.
¡
Vicente! Con tu pelo rubio y tus ojos
castaños, fuiste mi primer amor... Ilusión de niñita que todavía fantaseaba con
hadas y con princesas y que aún no conocía el engaño y la traición.
Han
pasado los años. Ambos nos fuimos del pueblo y por esas casualidades,
terminamos viviendo en el mismo barrio de esta gran ciudad.
Te
veo en las mañanas, salir en tu automóvil último modelo. Un señor gordo y
calvo, que antes de partir a la Empresa que dirige, lleva a su hija menor a la
Universidad.
Yo, a
esa hora, siento la necesidad imperiosa de salir a regar los rosales de mi
jardín delantero.
Te
miro con el rabillo del ojo. No me reconoces.
Tú ya no me recuerdas.
En
cambio, en mi corazón vive todavía la niñita de siete años a quién tomaste la
mano a escondidas, mientras jugábamos a " la pieza oscura".
¡
Nunca voy a olvidarte, vestidito blanco!
Tú fuiste la paloma de mi infancia, a la que la Vida le cortó las
alas...
es muy tierno ese cuento
ResponderEliminarmas de alguien ha vivido este sentir...y que no es solo un cuento...