Estaba
en la cocina preparando mi almuerzo cuando entró Betty como una tromba marina y
se desplomó sobre una silla. Ahí se quedó, más
inexpresiva y tiesa que una cariátide.
¿ Qué
te pasa, Betty?- pregunté, alarmada.
Pero,
ella apretaba los labios como si temiera que se le escaparan los dientes.
-¡
Habla, pues, mujer!
-¡
Ay! Es que si abro la boca, seguro que
se me sale un vómito verde como en la película del exorcista.
Al
final, balbuceó lo impronunciable:
Había descubierto que Federico la engañaba.
-Bueno,
es hombre ¿ no? ¿ Has conocido a uno que no sea un engañador
y un falsario?
Eso
lo dije yo, con la convicción que me da
muchos años de desilusiones y un magullado corazón.
-¡
Ay! Lily...Es que le tenía una fe tan grande...Poco me faltaba para encenderle
palitos de incienso a su fotografía.
Betty
se arrojó sobre el lavaplatos y tuvo un ataque de llanto que duró exactamente
cinco minutos. Lo sé porque en ese lapso
quedaron cocidas las salchichas de mi almuerzo.
Pasado
el acceso, se irguió con arrogancia y me aseguró:
-¡
Esto no va a quedar así!
Su
voz vibraba con la oscura fuerza de una venganza inminente.
Se
fue como había llegado, estilo terremoto seguido de tsunami. Pero llevaba la
cabeza en alto y caminaba decidida, como si la empujara el viento huracanado
del desquite.
Sinceramente,
no quedé muy preocupada. Betty vivía así, enamorada, desengañada y vuelta a
enamorar. Ella lo llamaba " vivir a
concho". Pero, a veces, en el
concho de la botella solo queda la borra...Al menos, era eso lo que pensaba yo.
Pasé
dos semanas sin saber de ella. Preferí no llamarla, esperando que el chaparrón
amainara solo.
¡
Cual no sería mi sorpresa cuando me llegó una postal de Río!
Traía
una escueta frase: " Pasándolo
divino con Carlos. Besos de Betty"
¿
Como que Carlos? ¿ Que no era Federico
el amor de su vida?
A los
quince días volvió renovada y con un tostado espectacular.
Ya lo
ven...¿ para qué me preocupo? Tengo una
amiga que no madura nunca...y confieso que la envidio un poquito. Esta etiqueta
de señora seria que me he colgado, a veces me pesa. ¿ No me estaré perdiendo
algo?
Jajajajjaaja...me dio risa tu cierre...de perder si, quizás un atracón de aquellos y luego vuelto al vacío
ResponderEliminarcomo sea ,como muchos dicen , peor es na...
claro que uno elige como vivir y aguantar esta vida
y todo es valedero.
Leer tus relatos me hacer recordar mis lecturas del quijote,las fantasias de ambos interpretes,junto con sus vivencias siempre buscando una quimera
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