Edelmira
tenía seis años y era inquieta como todas las niñas de su edad. Le gustaba
correr, saltar y gritar, porque sentía que de no hacerlo, su cuerpo iba a
explotar como un globo demasiado lleno de gas.
Pero,
sus papás siempre estaban haciéndola callar y pidiéndole que se estuviera
quieta.
-Edelmira
¡ basta! ¡Siéntate derecha y come en
silencio!
-¡
Edelmira! ¡Te dije que no salieras al
jardín! ¡Mírate como te has ensuciado el
vestido con barro!
-¡
Edelmira! No corras que me duele la cabeza...¿ Por qué no ves televisión
tranquila y con el volumen bajo? Las
niñas educadas saben jugar en silencio y sin molestar a su mamá.
Y
así, todo el día se iba en reprimendas.
Edelmira
se fue poniendo triste. Andaba de puntillas por la casa para no hacerse notar y
se quedaba largas horas mirando el jardín, pegada a los cristales de la
ventana. Desde ahí, las flores y las mariposas la llamaban para que saliera,
pero ella tenía miedo de ensuciarse el vestido.
Su
tío, que era un famoso fabricante de juguetes empezó a observarla, cada vez que
iba de visita a la casa. La quería mucho y se preocupó al verla tan silenciosa
y apática.
La
llevó al Mall a tomar un helado y le preguntó qué le pasaba.
- Es
que a mis papás no les gusta que haga ruido. Quieren que esté quieta todo el
día y me porte como una niña educada.
Su
tío se quedó pensativo y luego le dijo:
-¡ No
te aflijas, Edelmira! Alguna solución
vamos a encontrar a tu problema...
Se
fue directo a la fábrica de juguetes y se encerró en su taller una semana
entera.
Nadie
sabía lo que estaba haciendo y sus empleados comentaban: ¡ Seguro que está diseñando un nuevo juguete
para esta Navidad!
Un
día se abrió por fin la puerta y lo vieron salir con un paquete muy grande bajo
el brazo. Se quedaron intrigados
tratando de adivinar qué sería...
Esa
tarde, el tío pasó a buscar a Edelmira.
La
llevó a su casa y le mostró una muñeca
tamaño natural que estaba sentada en una silla.
Era
tan igual a Edelmira, que puestas una junto a la otra, nadie habría sabido
distinguirlas.
La
niña se quedó muda contemplándola.
-¡
Tío! ¿ Me has fabricado una hermanita
para que juegue con ella?
-No,
Edelmira. Esta es una niña- muñeca, que seguramente le dará en el gusto a tus
papás. Se quedará muy quietecita y solo contestará cuando le pregunten...
Y esa
tarde, en lugar de llevar a Edelmira de regreso a su hogar, la cambió por la muñeca que había fabricado.
Sus
papás no se dieron cuenta de la sustitución y quedaron encantados al ver lo
bien que se portaba la niña.
Se
sentaba muy derecha en su silla y se comía toda la comida. Cuando le servían
brócoli o betarragas las aceptaba con una sonrisa y no dejaba sobras en el
plato.
Al
terminar de comer, se iba a lavar los dientes sin que se lo recordaran y
contestaba amablemente a todo: Sí,
papá. Muy bien, mamá.
Sus
papás estaban contentos y orgullosos. ¡ Qué niñita tan bien educada habían
logrado criar!
La
muñeca, en lugar de corazón, llevaba una batería recargable con energía solar,
así es que seguiría funcionando indefinidamente.
Mientras,
el tío de Edelmira viajó con ella a un pueblo que quedaba a la orilla del mar.
Ahí había vivido él durante su infancia,
cuando ya soñaba en convertirse en un famoso fabricante de juguetes.
La
llevó a la casa de una familia amiga, donde había muchos niños.
Todos
se alegraron al recibir a Edelmira.
-¡
Vamos a jugar a la playa!- gritaron y tomándola de la mano, corrieron con ella
hasta el mar.
Jugaron
toda la tarde en la arena. Persiguieron las olas , se empaparon la ropa sin
preocuparse y solo volvieron a la casa cuando se escondió el sol.
Esa
noche, Edelmira se acostó rendida. Había corrido y gritado hasta quedarse
ronca, sin que nadie la hiciera callar.
Mientras,
en su cama de la ciudad, dormía la niña-muñeca.... Tan quietecita que ni
arrugaba las sábanas.¡ Tal como le gustaba a sus papás!
Que triste tener unos padres solo para lucir niña
ResponderEliminarsalud
Un relato para pensar...
ResponderEliminarEs cierto algunos niños parecen muñecos a la hora de jugar y divertirse los padres no quieren que arruguen sus ropas y no ensucien sus cuerpos...
Excelente estimada amiga.
Abrazos.
Este cuento es de los mejores que tu fantasia consiguio
ResponderEliminarTodo extremo es pernicioso y maligno
ResponderEliminarAl.menos la.sabiduría de un hombre permitirá ser feliz a una niña...
Hermoso relato.
Besos.
🐦🐦🚺🌼😁😁🌻🌸🌸🌵🌵🌺🌻🌻