Una
tarde de ocio en que Marcos vagaba por diversos sitios en Internet, descubrió
uno que le pareció misterioso. La dirección era SueñosRealizados.com.
Se le
ocurrió que sería una Empresa Turística, o una promoción de juegos de azar.
Hasta fantaseó con un sitio pornográfico cuando leyó la frase : Satisfacción
garantizada.
Pero
no halló nada que le aclarara sus interrogantes. Solo la dirección de una
oficina en un edificio céntrico.
Como
estaba sin trabajo y la ociosidad lo tenía deprimido, decidió correr una
aventura, cualquiera que fuese y se dirigió allá.
Al
tocar el timbre, escuchó una voz varonil, bastante agradable, que le decía :
Pase, por favor.
Frente
a un escritorio vio a un hombre pálido, ni joven ni viejo, ni guapo ni feo.
Pero con un aspecto general que impresionaba. Tenía el pelo negro como el
azabache y sobre su labio superior se rizaba un bigote.
-Perdone
que no le abriera, pero estoy sin secretaria. ¿ Querría tomar asiento, por
favor?
Al
ver que Marcos se callaba, le preguntó con cierta impaciencia:
-Bueno,
me imagino que trajo su petición. ¿ Cual es?
-¿
Qué ? No entiendo- tartamudeó Marcos, un
tanto amoscado y ya arrepentido de haber ido.
-¡ Su
sueño, pues! Esta empresa se llama
" Sueños Realizados" ¿ O se
equivocó de oficina?
-La
verdad es que no tengo ningún sueño...Sólo vine porque me sentía intrigado.
- Ah,
bueno- dijo el hombre, trasformando su mueca de fastidio en una sonrisa- Para mí es una suerte que haya venido ¿ Le
interesa el puesto de secretario? Porque
mire, tengo harto trabajo por hacer.
Sobre
el escritorio se veía un montón de carpetas apiladas.
El
hombre le explicó que cada una correspondía a una solicitud para cumplir algún
sueño y que debía ordenarlas por fecha.
Marcos
se pasó la tarde leyendo el contenido de las carpetas. Vio que todos eran
sueños de dinero o de poder. Riqueza, viajes, influencias...Por supuesto que a
nadie se le ocurría soñar con la Paz del Mundo o la felicidad del genero
humano.
Solo ambiciones materiales...Pero, había una
excepción. La petición la firmaba una
chica de diecisiete años llamada Emelina y ella quería conocer el Verdadero
Amor. Ni más ni menos.
Su
foto tamaño carnet la mostraba encantadora, con unos ojos oscuros muy abiertos
y expectantes. Se veía que había mandado su solicitud con una fe absoluta en
que le cumplirían su sueño.
Pero
había algo que intrigaba a Marcos. El dueño de la empresa no le había hablado
en ningún momento de formas de pago... Porque no cabía duda de que la cosa no
podía ser gratis.
-
Mire, aquí no engañamos a nadie- le respondió el hombre, con frialdad- A todos
los clientes se les informa que deberán pagar en el plazo de un año...
- Sí , pero ¿ cual es el precio exactamente ?
-¡ Su
alma, por supuesto!- se rió el hombre y sus
ojos brillaron como carbones encendidos.
Marcos
tembló al comprender que no era otro que El Demonio y sintió deseos de salir
corriendo de ahí. Pero, antes quiso entender como funcionaba el siniestro
negocio.
- Y
dígame ¿ A la gente no le importa el precio
que va a pagar ? ¿ Solo le interesa que
sea a plazo?
-¡
Claro! Así funcionan el consumo...¿ No
has visto que el mundo está lleno de endeudados que con tal de satisfacer sus deseos no piensan en nada más?
Marcos
estaba horrorizado y lo único que quería era salir de esa oficina. Pero
disimuló hasta el final de la jornada , porque
tenía miedo de incurrir en la furia del Diablo y porque quería
robarse la solicitud de Emelina.
Logró
su objetivo y al caer la tarde, después de despedirse de su empleador con un
cándido ¡Hasta mañana! buscó la dirección que aparecía en la
carpeta.
-¡
Oh! ¿ Te mandaron a ti ?- preguntó Emelina ruborizada y se mostró bastante
satisfecha de que fuera Marcos el encargado de cumplir su sueño.
El le
tomó las manos y mirándola a los ojos, le confesó que había robado su
solicitud.
El
amor los envolvió con destellos de arco iris y gozaron de su felicidad sin notar
el paso del tiempo.
Pero,
un día, Marcos despertó asustado:
-¡
Debemos irnos lejos, Emelina ! Donde
nadie pueda encontrarnos jamás...
Tomaron
un tren que los llevó a través de muchas ciudades. La última estación estaba al
borde del mar.
Entonces
subieron a un barco que atravesó el océano y los depositó en un puerto
desconocido. Les pareció que estaba lo suficientemente lejos de su país y
respiraron aliviados.
Durante unos meses vivieron en una aldea de
pescadores. Emelina era feliz. Sólo le
importaba haber cumplido su sueño. Pero
Marcos tenía miedo y sentía un dolor lacerante en el pecho, como si una pantera
afilara las garras en su corazón.
Un
día, al ir al mercado escucharon que un desconocido había llegado al pueblo. La
gente comentaba que nadie lo había visto antes y que no sabían lo que buscaba.
-Emelina,
es preciso que nos vayamos de aquí- dijo Marcos.
Había
nevado y más allá de los bosques había una planicie blanca que parecía no tener
fin.
Contrataron
a un hombre que guiaba un trineo, para que los llevara lo más lejos posible.
Después
de una hora de marcha el hombre les dijo que no podía llegar más allá.
-Estamos
en el Polo Sur. Detrás de esa montaña no hay nada, solo hielo y nieve.
Marcos pensó que ese día precisamente, se
cumplía un año desde que se conocieron...Pero que en ese lugar tan remoto
estarían seguros, por fin.
Se
bajaron y siguieron caminando por la planicie infinita. El cielo y el suelo
eran blancos, como si la vida se hubiera borrado del planeta.
-Tengo
frío- suspiró Emelina, temblando.
-No
te preocupes, mi amor- le respondió Marcos, abrazándola- Allá veo a un leñador
que está sentado junto a una fogata. ¡ Vamos allá, para que entremos en calor!
Cuando
lo vieron de cerca, quisieron retroceder, pero ya era inútil.
No
era un leñador. Era un hombre pálido, con el pelo negro como el azabache. Y no
era una fogata la que ardía a sus pies, sino el mismo hielo que se quemaba sin
derretirse , formando un círculo de llamas a su alrededor.
-¡ Te
estaba esperando, Emelina!- dijo el hombre, sonriendo- ¡ Me alegro de que seas
tan puntual!
Amiga escritora,mi admiración por tu forma escribir esos relatos
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
En esta parte de la tierra,el otoño esta casi finalizado,los colores de esa fotografia son reales,en esta ocación el fotografo no ha tenido qque hacer ningún retoque
ResponderEliminarSaludos
Amiga escritora,en esa ocación el fotografo solo se limito a darle mas pureza a los colores.
ResponderEliminarEl dia estaba muy nublado,y para ese tipo de fotografia era lo mejor,habia llovido y las gotas de agua le daba una magia,que le ayudo.
Amiga escritora,tu comentario a esa fotografia es la mejor forma de elevar tus sentimientos.
ResponderEliminarClebro qque algunas de mis fantasias,te gusten,y ello te haga pensar,con bastente acierto
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Nadie al fin escapa a su destino , no?
ResponderEliminarda lo mismo donde vayas huyendo...
menos si le haces frente al cachudo...:))
A mi en el campo me han contado historias parecidas
pero era por la riqueza que han vendido su alma los desesperados de siempre...
nada bueno se saca si buscas de esa manera...
LLevas mucha razónmcasi todas la religiones florecieron en la vieja Mesopotania,y de ellas florecen muchas de las actuales,son mitos tantas vaces repetidos,que de ellos han conseguido hacer historia
ResponderEliminarAmas a la literatura,amas a la poesia,y te gustan mis fotografias
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