Había
dormido mal la noche anterior y los párpados le pesaban como si sus pestañas
fueran varillas de plomo. Intentaba mantener los ojos abiertos frente a
la pantalla del computador, pero el frío destello blanco le hería la vista,
obligándolo a cerrarlos.
Al
fin, no pudo más y sintió que se dormía.
Automáticamente,
se encontró en su automóvil, frente a la luz roja que le avisaba que se
detuviera porque venía el tren.
Era el convoy de las 20,15. El mismo que cada
anochecer lo obligaba a detenerse , al regresar desde su oficina.
Había
empezado a llover y la cortina de agua, unida a las sombras que iban brotando
de la tierra, le impedían ver con claridad.
A
pesar de eso, alcanzó a distinguir un bulto con forma humana que yacía al borde
de las vías. Sobresaltado, se bajó del auto y corrió hacia él. Era un hombre
que parecía desmayado. Quiso abrirle la camisa para darle aire, pero de súbito,
el hombre se irguió y lo tomó por el cuello. Alguien más se acercó por detrás y
le dió un golpe en la cabeza. Se sintió caer, al mismo tiempo que escuchaba
unas risas...
Entonces,
despertó.
A su
lado estaba Jorge, riendo.
-¡Hombre,
por Dios! ¿ Donde anduviste anoche?
Parece que no llegaste a tu casa...
Confundido,
miró la hora. Había estado durmiendo sólo unos minutos... Recibió con alivio
las carpetas de contabilidad que le traía su compañero y se puso a trabajar
para recuperar el tiempo perdido.
Ese
anochecer, al igual que en el sueño, se encontró detenido esperando el paso del
tren. La luz roja parecía titilar detrás de la tenue lluvia que había empezado
a caer. A lo lejos escuchó el estrépito del tren que se acercaba. Sus ojos, se fijaron sin querer en la tierra
mojada que había junto a las vías.
Vio
un bulto caído...¡ Era una persona !
Iba a bajarse a auxiliarla pero se acordó del sueño.
¿ Y
si había sido premonitorio? Seguro era
una advertencia...
El
tren pasó rugiendo frente a Juan y al cabo de un minuto, se apagó la luz roja y
se levantó la barrera.
Sin
vacilar, Juan echó a andar el motor y cruzó las vías.
Al
día siguiente, leyó en el diario una noticia pequeña, en un rincón de la
página:
"
Un hombre fue encontrado muerto en el cruce de trenes. La autopsia arrojó un
infarto que paralizó su corazón. El médico opinó que un auxilio oportuno le
habría salvado la vida. Su edad era de cincuenta años... Se calcula que agonizó
unas horas bajo la fría lluvia que cayó anoche sobre la ciudad"
Juan
se sintió consternado. ¿ Por qué fui tan tonto de creer en ese sueño era una
advertencia? Pude salvarlo y no hice
nada....
No le
contó a nadie su experiencia, pero todo el día lo pasó angustiado, sin poder
concentrarse en el trabajo.
Al
anochecer, se detuvo frente a la barrera que, como cada tarde a esa hora
,estaba baja avisando que venía el tren. La luz roja era como el ojo de
un cíclope que parpadeaba tras la lluvia que había empezado a caer.
Le
pareció que sufría una alucinación cuando vio un bulto caído junto a las vías.
- ¡
Dios mío! ¡No puede ser!
Dio
un grito y se bajó del automóvil. Corrió hacia la figura humana que gemía con
una voz apenas audible.
Quiso
abrirle el cuello de la camisa para que respirara mejor. Pero el hombre se
lanzó sobre él y empezó a apretarle la garganta. Oyó una risa a sus espaldas y
alguien más se acercó y lo golpeó en la cabeza.
Varias
manos le registraron la ropa en segundos y le arrancaron la billetera y el
celular. Luego sintió que lo arrastraban hasta ponerlo sobre las vías.
Casi
inconsciente quiso gritar,intentó moverse pero estaba mareado y el cuerpo le
pesaba como plomo.
Lo
último que escuchó fue el estrépito del tren abalanzándose sobre él, desde la
negrura de la noche.
Ay! que tremendo este relato
ResponderEliminarparece de esos relatos de noche de brujas...:))
No se amiga, a veces los ueños te muestran verdades que muchas veces uno obvia...él no interpretó bien el asunto ...pues era distinguir bien la ubicación del primer sujeto en relación al segundo...}
de todos modos su suerte al parecer estaba echada...
aunque pudo quizás cambiar el final...
amiga, que tengas un hermoso inicio de año
un abrazo grandioso!!
Gracias, Magdeli. Tú me has brindado el primer comentario del año 2016.
ResponderEliminarte agradezco mucho tu atención para con mis cuentos.
ResponderEliminarSALUDOS FELICES PARA TI
a ti te deseo lo mejor siempre
que este año sea de cosechas buenas y sembrar lo mejor de uno para hacer crecer la energía del amor en esta Tierra
que todo lo donado se potencie en cada uno de tus pasos
QUE TODO LO DONADO POR TI
SEA EL MEJOR REGALO AL UNIVERSO
GRACIAS POR ESTAR SIEMPRE!
Una trágica historia que muestra en todo su esplendor las peripecias de la vida. Saber a ciencia cierta que hacer al ser humano le esta vedado. Hacia el futuro avanzamos a tientas con la convicción de que es lo que nos corresponde hacer. Hay un pequeño % que el resultado nos es adverso, eso le pasó a Juan el destino le hizo una jugada fatal. Leyó una noticia que no debió leer, y le hizo caso a un sueño erróneamente. Un abrazo amiga
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