Hacía
semanas que Marcos no lograba hilvanar una frase coherente.
Cada
mañana se sentaba frente al computador, esperando en vano que la inspiración
volviera. Escribía algunas palabras sueltas que luego borraba fastidiado. Y así
se le iban las horas sin lograr hacer nada útil.
¡ Qué
diferencia con lo de antes!
Generalmente
se levantaba temprano con la idea ya preconcebida para un cuento. Luego de tomar una taza de café, se sentaba
frente a la pantalla y las frases fluían, rápidas y certeras, expresando
justamente lo que él quería decir.
¿
Cuando había empezado a perder la inspiración, incluso el deseo de escribir,
para concentrarse en un solo pensamiento obsesivo?
Sabía
bien que había sido al conocer a Miriam.
Ella
se había apoderado totalmente de su mente y de su corazón. La amaba con pasión
y era correspondido de igual manera. Era
ese amor lo que lo estaba consumiendo, impidiéndole desarrollar su vocación de
escritor, que antes había sido lo que más le importaba en el mundo.
Sin
darse cuenta, en lugar de redactar algo nuevo, empezaba a escribirle a ella un
mensaje plagado de las mismas frases vulgares que los enamorados llevaban
repitiendo durante siglos. Mi amor, mi
bien, te amo... Miriam. Miriam. Mimí...
El
había acortado su nombre a esas dos sílabas tiernas, que sonaban como alegres
acordes arrancados a un piano. ¡ Mimí!
Fastidiado,
borraba lo escrito. ¿ Como es posible
que haya perdido toda originalidad-se preguntaba desesperado- que no se me
ocurra nada que tenga algún valor literario?
Lo
peor era que se acercaba el cierre del concurso de cuentos de la Revista Paula.
Año tras año había enviado algo. Ya lo conocían en la redacción porque más de
una vez había quedado entre los finalistas.
Pero
¡ él necesitaba ganar! Sabía que eso
sería el principio. ¡ Cuantas carreras literarias había visto despegar después
que un autor lograba obtener el primer premio !
Significaba
ser publicado, entrevistado y reconocido como un nuevo valor de las letras
nacionales...
Pero,
así como iba, no lograría nada.
Necesitaba
librarse de esa obsesión, de ese amor que era como una planta carnívora que lo
estaba devorando.
Decidió
romper con Mimí.
Sabía
que iba a sufrir, pero... ¡ Quizás ese mismo dolor me sirva de inspiración!-
pensó con cinismo.
Mimí,
al principio lo escuchaba incrédula, pero cuando se dio cuenta de que hablaba
en serio, sus ojos se llenaron de lágrimas.
Se
aferró a él.
- ¡
Marcos! ¡ No puedes dejarme! ¡ Yo te amo!
- Yo
también te amo....Pero quiero ser Alguien y a tu lado soy Nadie. Me absorbes,
me aniquilas. Tu amor ha provocado la
ruina de mi carrera literaria.
Mimí
se colgó de su cuello, sollozando, pero él se soltó de sus brazos y se alejó
sin mirar atrás.
Se
sintió liberado. ¡ Estaba seguro de que volvería a escribir como antes!
Con
el transcurso de los días, la penosa impresión del rompimiento se fue borrando
de su ánimo. Algunas ideas, que le parecían buenas, fueron surgiendo poco a
poco en su mente.
¡ Al
cabo de una semana, tenía el cuento terminado!
Ya
casi vencía el plazo...El mismo lo llevó a la Editorial y se sintió optimista
como nunca. ¡ Esta vez sí que sería el triunfador!
Se
había hecho amigo de una de las secretarias y le hizo prometer que le avisaría
cuando se supiera algo.
Ella
lo llamó y él se precipitó a la Redacción, lleno de expectativas.
- Lo
siento, Marcos, no te tengo buenas noticias- le dijo compungida- Este año ganó
una mujer.
-¿Una
mujer, dices?
-Sí,
y tiene verdadero talento. ¡ Escribió una historia de amor desdichado que los
conmovió a todos! Los del jurado piensan
que es autobiográfica...Y vieras el estilo...¡qué original, qué transparente!
-Por
delicadeza podías ahorrarte los elogios. ¡ Dime de una vez como se llama!
-Mira,
el nombre real no lo tengo en este momento. Pero el seudónimo es cortito : Mimí.
Miriam (Mimi) es una bruja que no sabe, le robó la inspiración a Marcos, un robo sin culpa, sin intención.
ResponderEliminarEntretenido. Chaoooo
Lo que es nacido desde la emoción más pura siempre es original. Marcos no supo derivar el sentimiento en producción verdadera, algo que Mimi con su dolor supo expresar.
ResponderEliminarBuen relato mi querida amiga.
Abrazos todos.