Bienvenidos a Mi Blog

Les doy la bienvenida a mi blog y les solicito encarecidamente que me dejen sus comentarios a mis entradas, pues su opinión es de gran valor para mí.



domingo, 11 de septiembre de 2022

COSAS DEL DESTINO.

Las opiniones de las personas diferían bastante sobre el tema. Algunos decían que el Destino manda en nuestras vidas, que nada es casualidad y que siempre las cosas pasan por algo. Otros, más fríos y cerebrales, afirmaban que el Destino no existe y que tenemos libre albedrío para elegir.

Los que más se reían de esa imaginaria libertad eran unos hombres vestidos de oscuro que trabajaban en una gran oficina, en el centro de la metrópoli. Se nombraban a sí mismos  "Los Agentes del Destino" . Algunas personas creían en ellos, pero los llamaban " Ángeles de la guarda". Y en cierta forma, tenían razón. Eran ángeles sin alas, pero su ocupación no era proteger a la gente, sino vigilar que cada uno cumpliera estrictamente el destino que tenía trazado de antemano.

Jaime estaba en el grupo de los que se creen predestinados y decía siempre que " las cosas pasan por algo".  Por eso, una tarde, cuando empezó a llover y se refugió en un café, al ver ahí a Elisa, pensó que era cosa del Destino.

A esas alturas de su vida, estaba bastante decepcionado del amor en general y de las mujeres en particular. Eso, porque una chica llamada Paula, le había destrozado el corazón.

Por culpa de ella, se había vuelto cínico y de ahí en adelante, se había propuesto no volver a enamorarse jamás. Pero, la lluvia lo empujó a ese café y al encuentro con Elisa y sus propósitos se derrumbaron como un castillo de naipes.

Ella estaba sola en una mesa, leyendo una novela. A su lado humeaba una taza de café. Al escuchar el ruido de la puerta, levantó los ojos con ansiedad, como si esperara a alguien. Al ver a Jaime, una sombra de decepción opacó sus facciones.

Ella ignoraba que, unos minutos antes, un Agente del Destino montado en una bicicleta, se había subido a la vereda  y había mandado al Hospital  con un esguince de tobillo al joven que ella esperaba. La razón era evitar a toda costa que se encontraran, porque ese día Elisa debía conocer a Jaime.

La orden venía de " arriba", del Director máximo a quién nadie conocía pero cuyas órdenes eran imposibles de cuestionar.

Cuando Jaime notó que ella lo miraba con disgusto, no se amilanó. Decidió esperar en una mesa cercana para ver si llegaba el acompañante de la chica. 

- Si no llega- pensó- estaré seguro de que este encuentro es cosa del Destino.  Pero, en ese momento, la vio cerrar su novela y hacer amago de marcharse.

-¡ Por favor! ¡ No te vayas!  Acompáñame con un café hasta que termine de llover. Estoy seguro de que el Destino me trajo hasta aquí, para que pudiera conocerte.

-¡ Tonterías!- rebatió ella, en son de burla-  Sencillamente entraste al café porque andabas sin paraguas. El Destino no existe. 

En la mesa contigua, un hombre de traje oscuro que leía un diario, soltó la risa y disimuló tosiendo.  -Ya verás, niña! - exclamó en voz baja- Yo te voy a enseñar si el Destino existe o no.

Y así fue como Jaime y Elisa se enamoraron.

  Si estaban predestinados o fue simple casualidad, eso es lo de menos. El Amor no es un filósofo ni se rige por ninguna ley. Todo lo contrario, es un cabeza hueca que anda por ahí, trastornando al Mundo.  




4 comentarios:

  1. Interesante idea postulas, Lillian... Me dejas pensando, no sé si inquieto o asombrado.

    Abrazo hasta vos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querido Carlos, en realidad, yo no creo en el destino, solo en la casualidad. Escribí este cuento para las personas que dicen que todo pasa por algo. jaja

      Eliminar
  2. Lily, yo creo en el destino. Tengo miles de anécdotas, situaciones que me avisaban de algo y yo, no entendía el mensaje. Si lo quieres llamar causalidad, en el fondo, es lo mismo. Es una causa unida a miles de elementos. Uno de ellos se mueve y el resto lo sigue, porque es un algo mayor que nos hace: estar, ser, decir o hacer lo que estaba predestinado a nuestras vidas.
    Me alegra reencontrarte. Me había alejado por varios años del mundo blogger, pero....el destino.
    Besos

    ResponderEliminar
  3. Interesante postura, al final somos quienes tomamos las decisiones.
    Un abrazo

    ResponderEliminar