No
será mi belleza precisamente la que me pondrá en apuros en este mundo...
Ese
fue el pensamiento nada de alentador que tuvo Betty al mirarse en el espejo esa
mañana.
Nunca
había sido muy linda, pero ahora, un nuevo enemigo la atacaba a traición. Era el sobrepeso que había permanecido oculto
bajo los sweters gruesos que había usado durante el invierno.
-¡Estoy
gorda!- gimió, tironeando su blusa hacia abajo, sin compasión. Pero, no había
forma de disimular los almohadones que se le habían formado en las caderas...
Tanto
chocolate saboreado impunemente, mirando películas románticas o llorando
desengaños de amor. La ropa gruesa es una buena aliada de la gula... Como una
amiga traicionera que te conforta, pero en secreto te desea lo peor.
Nora
la encontró haciendo ascos a una taza de café con sacarina.
-¡ No
te amargues, Betty! Ya no se usan las
anoréxicas. Ahora las prendas de talla mediana son las primeras en agotarse en
las liquidaciones. Las mujeres como
nosotras no tenemos nada que envidiarle a " Las tres Gracias" de
Rubens.
-¡ A
las tres grasas, querrás decir!- exclamó Betty, malhumorada- Rubens era un
viejujo caduco al que le gustaban las gordas. Modigianni en cambio pintaba
puras mujeres flacas, y él era mucho más moderno, si me permites hacértelo
notar..
-Bueno,
no te enojes. Creo que lo mejor es que vayamos a trotar al San Cristóbal. Mucha
gente linda se junta a transpirar ahí las mañanas de Sábado...Y en una de esas,
conocemos a un par de gorditos sexis...
-¡
Claro! Tal como estamos, solo podemos
aspirar a un par de gordos adiposos.
-¡
Pero, Betty! ¡Con el trote van a bajar
de peso y quedarán esbeltos y regios!
-Y
entonces nos dejarán por dos flacas.
-Betty,
estás intratable- suspiró Nora. Pero no cejó hasta arrancarle la promesa de que
irían a trotar el Sábado.
Se
levantaron muy temprano y partieron al cerro. Había mucha gente luciendo
atuendos glamorosos, pero Nora se desanimó al notar que en su mayoría eran
parejas. Aunque había uno que otro tipo
solitario sudando bajo el sol primaveral.
Al
Sábado siguiente conocieron a Raúl y Carlos.
Nunca
las había visto, comentó Raúl. ¡ Me acordaría! aseguró Carlos, mirando a Betty
con ojos apreciativos.
Pero,
dos semanas después, Carlos apareció acompañado de una rubia tonificada.
-¡
Hola, gorditas!- las saludó la pérfida, mirándolas en forma despectiva- ¡ No
pierdan la esperanza!
Nora
renunció humillada y dando por perdido a
Carlos, al Sábado siguiente, no
quiso ir a trotar.
-Total,
ya logré perder un kilo y era el único que me sobraba- comentó con total
desparpajo.
Betty
se guardó el comentario sarcástico y reconoció que también había perdido la
ilusión. Llevaba meses almorzando una
hoja de lechuga y no notaba ningún cambio.
Lo único nuevo eran los calambres en las pantorrillas, que no la dejaban
dormir.
Total,
decidieron quedarse en cama hasta tarde y no sacrificarse más.
Dos
semanas después, al anochecer, sonó el
timbre del departamento de Betty.
Pensando
que era Nora, salió a abrir en pantuflas y con el pelo erizado.
En el
umbral estaba Carlos. Casi no lo reconoció. Llevaba un pantalón pitillo y una
camisa abierta que le sentaba muy bien. Betty lo notó más delgado.
-Como
no has ido a trotar, vine a ver si
estabas enferma...
-¡
Estoy muy bien!- mintió Betty- He cambiado el trote por la natación.
Fue
al refrigerador a buscar un pote de helado de chocolate y se sentaron en el
balcón, a saborearlo sin remordimientos.
-¡
Qué linda noche!- suspiró Betty.
-¡Preciosa!-
respondió él, pero no miraba el paisaje sino a Betty, demostrando que le
gustaba de veras, aún con su pelo erizado y sus kilos de más.
¡No
hay como ser una misma !- pensó Betty relajada- Es lo más cercano a la belleza
que se puede lograr...
Así ees mi querida Lily asíí es, lo mejor y más sincero es ser uno mismo.
ResponderEliminarYo, he perdido mucho peso, pero por diferente razón.
Me ha gustado el relato.
Un abrazo.
Ambar
un relato que nos deja pensando...
ResponderEliminarLo importante es lo interior, aunque en ocasiones haya que hacer dieta, la dieta mental, es más difícil que cuidar de no ingerir calorias de mas.
Abrazos.
saludos
ResponderEliminarsi , más de las veces y casi siempre las apariencias solo engañan
espero te sientas mejor
te dejo un abrazo.