Julio
tenía el corazón destrozado.
Lo
sabía porque al suspirar, escuchaba en
el interior de su pecho un extraño sonido de engranajes sueltos.
Sabía
exactamente el día y la hora en que se le había roto.
Fue
la tarde en que vio a Josefina del brazo de otro hombre.
Cuando
ella llegó a trabajar a la Empresa, Julio llevaba años ya como jefe de
Cobranzas.
Al
verla por primera vez, quedó impresionado. Con el transcurso de los días, la
impresión se transformó en emoción y empezó a sentirse joven, como cuando tenía
veinte años.
Una
tarde lluviosa, se demoró en la puerta del edificio, hasta que la vio salir.
-Josefina
¡ la lluvia nos pilló a los dos sin paraguas!
¿ Me aceptaría un café?
No
podía creer en su buena suerte cuando le dijo que sí.
Sin
embargo, la lluvia paró casi en seguida y ella se levantó para irse.
-¡Aún
es temprano! - objetó él, consultando un antiguo reloj de cuerda , heredado de
su padre- Son recién las siete...
Josefina
lo miró con un destello de burla en los ojos y consultó la hora en su celular.
-¡ Su
reloj está averiado, Julio! Ya son las siete y media...
Al
día siguiente la vio en el pasillo de la oficina, conversando con otra
secretaria. Le pareció que lo miraban a él y se reían con disimulo.
Pero
se convenció a sí mismo de que estaba siendo demasiado suspicaz y en la tarde
la esperó de nuevo a la salida.
Iba a
hablarle cuando la vio caminar sonriente
al encuentro de un hombre joven...
Humillado, retrocedió y se escondió tras un kiosko de diarios.
Fue
el minuto exacto en que se rompió su corazón. Sintió que se partía con un
chasquido seco y vomitaba un montón de piezas sueltas dentro de su pecho.
Se fue caminando sin rumbo y no supo como se
encontró en una callecita de barrio. En un local vio un letrero que decía: Se
componen relojes.
Pensó
que era la oportunidad de arreglar su viejo reloj, ese que el día anterior lo había dejado en
verguenza frente a Josefina.
En el
interior vio a un anciano trabajando en un reloj de péndulo, a medias
destripado. ¡Espere un momento, por
favor!- exclamó al ver entrar a Julio.
Este
se sentó en una silla junto al mostrador y cerró los ojos. ¡ Se sentía muy
desanimado!
En
seguida vio al relojero parado frente a él, que le decía:
-¿
Qué quiere que le componga? ¿ Su reloj o
su corazón?
-¡ No
comprendo!- dijo Julio, asombrado- ¿ Usted arregla también corazones?
-Pero
¡ si es casi lo mismo! El reloj es el corazón del tiempo y también
late ¿ no cree?
-¿ Y
qué tengo que hacer para que componga mi corazón ?
-Usted
no haga nada. ¡De todo me encargo yo!
Pasaron
pocos minutos y Julio escuchó que el relojero le decía sonriendo:
-¡
Listo, señor! Su corazón ha quedado como
nuevo...
-Pero,
yo no sentí nada...¿ Como lo compuso?
-Le
puse el mecanismo de un reloj cucú. ¡ Ahora tiene en el pecho un pajarito
cantor! ¡ No se imagina como le va a
mejorar el ánimo!
-Pero ¡ usted está loco- exclamó Julio- ¿ Como
quiere que vaya por la calle diciendo cucú cada cuarto de hora?
Fue tanta su indignación que se paró
violentamente de la silla....y entonces despertó.
Frente a él estaba el relojero que le decía con
aire compungido:
-Lo siento, señor. Este reloj es muy viejo ¡ Ya
no tiene arreglo!
Las ilusiones y el juego de cupido rompiendo el tiempo en el corazón humano.
ResponderEliminarMuy entretenido y en cierto modo muy cierto.
Gracias por este año de amistad y compañóa.
Amor, Paz y Felicidad, en estas fechas y siempre.
Un abrazo.
Ambar
Un abrazo.
Ambar
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ResponderEliminar˛°_██_。.˛* .˛.. ★ ★ 。*
˛. (´• ̮•)˛° * ˛
.°( . • . ) ˛°.*.♥♥♥♥♥<3:-))
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★ ★ ▐▄ƠƔЄ❥ U♥ Navidad Paz y Amor <3 ♥
LA ALEGRÍA NUNCA SE ALEJE DE TU CORAZÓN
NO ESTAMOS SOLOS
LA VIDA NOS OFRECE LO MARAVILLOSO A CADA PASO
TENGAS BENDICIONES A TU VIDA!!