Estrella
deseaba que esa Nochebuena fuera mejor. Poder olvidar que ya no era tan feliz
como cuando niña. Que ahora su círculo de seres queridos se iba empequeñeciendo
y eran más los que se olvidaban de ella
que los que la recordaban con amor.
Pensó
que lo mejor sería dejar de pensar en sí misma y tratar de darle felicidad a
otros.
Esa
mañana había estado conversando con una señora del barrio y ella le contó que
estaba por nacer un niño en un hogar muy humilde. Que la madre no tenía nada
con qué esperarlo. Sólo unos pobres pañales que había cortado de una sábana
vieja.
Esa
noche, Estrella pensó que el niño seguramente ya habría nacido y quiso ir a
verlo, llevándole regalos.
Por
la dirección que le había dado su vecina, supo que la casa era lejos, en las
afueras de la ciudad y no quiso ir sola.
Llamó
a un amigo llamado Pastor y le contó su proyecto.
-¿ Me
acompañarás, Pastorcito ?- le preguntó zalamera.
-¡
Claro, que sí, Estrella! ¿ Acaso no ando yo siempre siguiendo tu luz?
Ella
se rió, halagada.
Pastor
le propuso:
-¡
Pasemos a buscar a los Reyes ! Si
formamos un grupo grande, será mejor...
-¿
Cuales Reyes? ¡ No me digas que son
reyes de verdad!
-¡
No, tontita! Su apellido es Reyes. Son
tres hermanos y sus papás no hallaron nada mejor que bautizarlos Melchor,
Gaspar y Baltazar.
-¡
Qué apropiado! Ya, vamos... Iremos con
los Reyes a ver al Niño...¿ No te parece emocionante?
Partieron
caminando. Estrella iba adelante, sirviéndoles de guía porque era la única que
sabía la dirección.
A esa hora el comercio ya estaba cerrando y
prefirieron sacar de sus casas unos paquetes con alimentos y ropa.
Al
llegar, vieron que la casa era mucho más pobre de lo que habían imaginado.
-¡
Apenas parece un pesebre!- comentó Pastor, conmovido.
Pero
vieron que adentro había mucha luz. Era un resplandor dorado que brotaba de la
cuna. En ella había un niño recién nacido, envuelto en un pañal.
Pastor
y Estrella depositaron los paquetes sobre la mesa vacía y en pocos minutos,
improvisaron una cena de Nochebuena.
Los
tres Reyes se emocionaron tanto que cayeron de rodillas frente al Niño y costó
mucho convencerlos de que se pusieran de pie....
Sobre un mito,fabricaste un cuento,tu imaginación y tus pensamientos poéticos están en ello
ResponderEliminarprimero pedir perdon pues os tengo abandonados. Cuando pasen Reyes, vida normal, aquí apenas tengo wifi y Felizzzzzzzzzzzzzzzz año!!! Bellísimo cuento
ResponderEliminarQue belo relato
ResponderEliminarSiempre es bueno seguir soñando en el amor divino
Lo.mejor que guie tus pasos en lo que venga...muchas felicidades!!