Juan
se encontró caminando por un desierto. Plano y vacío, bajo una luz que le hería
los ojos.
¿
Donde estaba?
Por
un instante creyó ver su cuerpo en una camilla, lleno de tubos y atado a una
máquina que zumbaba sordamente. Le dolía
el pecho como si lo hubieran vaciado con tenazas ardientes.
Pensó
que si su cuerpo estaba allí, era su
mente la que vagaba por una extensión de arena roja, donde no dejaba huellas.
¿ Qué
había pasado?
Todo
era confuso y trataba en vano de concentrarse para recordar.
Iba
manejando por una carretera. De pronto se había abalanzado sobre él una luz
potente que lo encandiló por completo. Tuvo tiempo de pensar que eran los focos
de un camión que se le venía encima. El volante se le escapó de las manos. Después del choque, se produjo un extraño
silencio. Fue como si una frazada muy gruesa lo envolviera, aislándolo de todo.
Y
ahora se hallaba en este planeta rojo, que seguramente era Marte. ¿ Quién lo
había llevado ahí?
Pensó
en los relatos que había leído sobre abducciones. Después de todo, no había
sido un choque aquella luz ni ese
impacto. Una nave extraña lo había
succionado. ¡ Eran los marcianos los que tenían su cuerpo en esa camilla!
¡Le
dolía tanto el pecho! Sentía que le
habían removido las vísceras y luego lo habían abandonado en ese páramo color de
sangre... Quiso gritar, aunque sabía que nadie vendría en su rescate.
Escuchó
voces que se acercaban. ¡ Los marcianos
venían otra vez ...¿ Qué más iban a hacerle? Su cuerpo yacía inmóvil mientras
su cerebro se agitaba con desesperación.
-¡
Manténgalo conectado! - dijo una voz- Los parientes han accedido al fin a la
donación de órganos. El corazón ya está
asignado y el hígado y los riñones también van a servir...
-Pero,
doctor- objetó una voz de mujer, un tanto dudosa- ¿Realmente la actividad cerebral ha cesado
por completo?
-Por
supuesto que sí. Podemos proceder
tranquilos a la extracción.
Ay, que cosa más atroz!
ResponderEliminarSerá por eso que no me hago voluntaria en donación de órganos ...aunque se es una posibilidad de más de una vida
que se pueda dar, llegado el caso.
Pero nadie te dice que estás completamente muerto después de un tiempo prudente...
Por eso antiguamente los antepasados esperaban 3 días antes de celebrar las exequias , porque temían enterrar vivo a uno de los suyos...
Abrazo.
Me encanta leerte!!! Un abrazo desde España
ResponderEliminarLa frialdad de la ciencia,en ella no emociones,solo ven las realidades
ResponderEliminarBúsqueda sin miedo
ResponderEliminarlo bueno que habita en uno Cada de nosotros.
Mi pensar de hoy que comparto...
y anhelo que tengas bendiciones por tu casa
Te dejo un abrazo.