Olivia
estaba desvelada y ya era más de medianoche. Todo el día se había sentido
triste y desasosegada.
Se
levantó para ir a la cocina a calentar un vaso de leche. A través del vidrio de
la ventana le llegó un extraño resplandor azul que venía desde la vereda
opuesta.
Levantó
la cortina y se quedó asombrada.
En la
casa que había estado vacía durante meses se había instalado una tienda. La luz
azul brotaba de un letrero hecho con tubos de neón. Decía:
" Tienda de Medianoche. Artículos no tradicionales."
¡ Qué
raro!- pensó- Si esta tarde pasé frente a esa casa y la vi tan cerrada como
siempre...
Se
vistió y cruzó la vereda, llena de curiosidad. La luz azul la envolvió como una
atmósfera mágica.
Al
fondo de la tienda vio a una señora de sonrisa amable, que parecía haberla
estado esperando. Todo en ella era azul, el pelo, los ojos, el vestido...
Olivia comprendió que era efecto de la luz, pero no pudo evitar pensar en el
Hada Azul del cuento de Pinocho.
-Señora
¡ qué tienda tan curiosa tiene usted ! Y lo más raro de todo es que esté
abierta a medianoche.
- Es
para que vengan los que no pueden dormir.
-¡
Ah! ¿Vende usted somníferos?
-¡
Claro que no!- respondió riendo- Lo que pasa es que los desvelados tienen
siempre algún problema o alguna carencia que los preocupa y yo vendo aquí lo
que puede remediar su inquietud.
Olivia
se quedó callada mirando los anaqueles. Los vio llenos de frascos y cajitas
envueltos en papel plateado.
-Y tú
¿ por qué no duermes?- le preguntó la señora.
-Porque
tengo en el corazón un vacío tan hondo que ni todos los suspiros del mundo lo
podrían llenar.
-¿ Y
qué te gustaría comprar?
-Me
gustaría comprar Amor.
-No,
aquí no vendemos Amor- respondió la señora, poniéndose seria- Porque el Amor
depende de los demás. En cambio vendemos Amar, que depende exclusivamente de
nosotros mismos. ¿ Entiendes la
diferencia?
Olivia
se quedó pensativa. Nunca había mirado las cosas desde ese punto. Siempre había
ansiado que la amaran sin preocuparse de amar ella también .
Miró
dentro de su corazón y vio una habitación vacía, con la puerta cerrada.
La
señora azul sacó del anaquel una cajita plateada. En la tapa se leía AMAR.
-¡
Toma! ¡ Llévatela! Dentro hay un valioso
talismán, que debes tener siempre contigo.
-¿
Puedo verlo?
-No,
no debes abrir la caja por ningún motivo.
Se perdería todo el encantamiento.
- ¿ Y
cuanto vale?
-No
te preocupes de eso, ahora. Llévala y la última noche del mes, vienes a
pagármela. ¡ Y no será cara! Te lo
prometo.
Olivia
se fue a su casa y se acostó ilusionada. Sobre su velador, la cajita irradiaba
un suave resplandor. Y a través de la ventana, le llegaba la luz azul de la
tienda , que brillaba como un faro en medio de la noche.
Toda
la semana llevó con ella el talismán y sintió que a su influjo, su corazón se
abría como una flor que ha estado cerrada demasiado tiempo.
Sin
darse cuenta, empezó a prodigar afecto a otras personas que se hallaban solas .
Y lo hizo generosamente, sin esperar retribución.
Una
tarde en que se quedó a ayudar a una compañera a terminar un trabajo, ésta la
invitó a una fiesta en su casa.
-Este
es un año bisiesto - le dijo entusiasmada-
¡y eso hay que celebrarlo! En realidad, es sólo un pretexto -agregó,
riendo.
La
noche de la fiesta, Olivia se vistió con esmero y por supuesto,
no olvidó echar en su cartera la cajita con el talismán.
Pensó
que al regresar, pasaría a ver a la vendedora, para pagarle el precio que ella le
pidiera. ¡ Ninguno le parecería excesivo a cambio de esa magia que la hacía
sentirse tan feliz !
La
fiesta fué maravillosa y el hermano de su amiga, que había bailado con ella
toda la noche, se ofreció acompañarla a su casa.
Al
llegar, Olivia vió extrañada que no había luz en la tienda de Medianoche y que
el letrero de neón había desaparecido.
A la
mañana siguiente, llegaron unos albañiles y empezaron a pintar la casa. Otros
retiraron escombros de su interior y trajeron máquinas para pulir el piso. Un letrero de " Se vende" apareció en una ventana.
Olivia
comprendió que ya no volvería a ver a la señora de azul...
Tomó
la cajita y la desenvolvió con cuidado. Era una caja de cartón muy corriente y
al abrirla, vio que estaba vacía.
No se
sintió muy decepcionada, porque ya hacía tiempo que había comprendido que la
magia de Amar no se encontraba ahí dentro, sino en su corazón.
Ya ves mi querida Lilly, el talisman,la magia, está en nosotros o en algo que nos parece magico, como el Elfo por ejemplo, algo que para nosotros sea especial, nos de fe y fuerza para seguir amando en el camino de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ambar
cuanto arte hay
ResponderEliminaren tu texto
Amiga escritora,la cultura es el unico camino que nos ude servir para analizar y estudiar nuestros sentimientos.
ResponderEliminarEn mi anterior fotografia,el girasol,era el punto de encuentro ante la tierra tan seca
La magia del amor habita en nuestro corazón, desde allí emana su luz hacia lo externo.
ResponderEliminarBello relato como acostumbras.
Besos Lily querida.
Amiga escritora,Aunque no te lo creas,hace años que pase los ochenta,mi materia gris la tengo un poco atrofiada,creo que ya no tengo futuro,solamente mis elucubraciones me ayudan a soportar mis decadencias
ResponderEliminarUn fuerte abrazo del viejo fotógrafo
Dice María Teresa Gonzalez:
ResponderEliminarLeí tu precioso cuento. ¡¡ Congratulaciones!!
cuanta belleza
ResponderEliminaral fin el amor es esa fuerza que nos hace ser únicos y verdaderos por el amor que mantenemos vivos...
gusto de saludarte amiga
que tengas bellos días.
Cariño,amor,esperanza,decadencias,asi se nos va poco a poco las ilusiones
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
gracias estimada Lilian
ResponderEliminarpor tus palabras en mis voces ancestrales
se que comprendes bien ese andar de amor...
y hoy lleno también de preocupación...
pero nunca abandonando la esperanza, al menos los de esa comunidad
se esfuerzan a diario para mantener viva la tradición y sobretodo mejorar el suelo ...
abrazos.