"
Soy el Titanic que se hunde lentamente, partido en dos por el iceberg de tu
corazón. ¡ Mujer de hielo ! Lanzo
bengalas pidiendo socorro, pero nadie acude a salvarme de ti"
Tatiana
se rió halagada al leer el correo que Marcos le mandaba. ¡ Qué loco! No se podía negar que sabía hilvanar frases
ingeniosas de vez en cuando.
Pero,
no eran sus correos los que Tati esperaba... Eran los de Sergio, que una vez más, se hallaba
desaparecido. Perdido en el cosmos,
seguramente abducido por un hoyo negro.
Siempre
pasaba lo mismo y ella sospechaba que era una estrategia de Sergio, para
incentivar su interés. No entendía, el muy estúpido, que el resultado era todo
lo contrario: Humillación, tristeza y
luego un asco en el alma, unas ganas locas de vomitarlo en el W.C.
Y ahí
estaba Marcos, siempre haciéndola sonreír con sus declaraciones de amor, que no
iban más allá de esos correos y que nunca confirmaba cuando estaban juntos.
Eran
compañeros de trabajo y a menudo coincidían en el café de media mañana.
Bromeaban
o a veces sólo callaban, apaleados por
el bate de baseball del día Lunes...
Pero
él nunca actuaba como si fuera el autor de esos correos. Y quizás no lo era.
Quizás
se trataba de un caso de doble personalidad . En la oficina era uno y al llegar a su casa se transformaba en otro.
En un romántico " Ceniciento" que iba dejando zapatos olvidados en
los escalones de la noche, hasta el amanecer.
Tatiana
se debatía entre la volubilidad de Sergio y la dualidad de Marcos.
A
veces le daban ganas de emprenderla a tijeretazos con su vida. Cortar todas las
amarras y empezar de nuevo en otra parte. Buscarse un trabajo más interesante,
mudarse de departamento y cambiar la dirección de su correo electrónico. Desaparecer detrás de un párrafo en blanco
que pondría fin a ese capítulo de su vida.
Escuchó la señal que le avisaba que tenía un
correo.
¡
Esta vez era de Sergio!
Por
fin había vuelto...
"
Tati, mi amor ¿ qué cuentas? "
¡ Qué
descaro! Siempre empezaba sus correos
con ese ¿ Qué cuentas? Y Tatiana sólo
contaba las horas y los días mientras esperaba en vano que él se comunicara...
Como
siempre, primero le dio rabia y después la invadió una euforia rara, una
alegría loca de estar viva.
Como
si le amarraran cohetes en los pies y la lanzaran directo al espacio. Atravesó
como bólido la Vía Láctea y se colgó de la luna creciente, como de un
trampolín...
Pero
su éxtasis de amor duró poco.... Luego sintió que caía de cabeza en la realidad
y se hacía un chichón. Seguía viendo
estrellas, pero esta vez eran de dolor en su ego.
¿
Hasta cuando? ¡ Ya bastaba de esos tira
y afloja que la tenían exhausta !
Sus
encuentros con Sergio la dejaban feliz por un par de días y luego volvían la
insatisfacción y la incertidumbre.
¿ La
quería él ? ¿ O sólo deseaba mantenerla
en el denigrante casillero de " amiga con ventaja?
Y
Marcos ¿ qué pretendía con esa conducta irresponsable?
Decidió
borrar su cuenta personal y crear otra que nadie conociera.
¡ Qué
sorpresa se llevarían los muy payasos !
Aprenderían
de una vez por todas que su corazón no estaba en el anaquel de los saldos.
¡
Todo lo contrario! Era un producto
estrella, único e irrepetible y que sólo se podía adquirir con las monedas de oro
del verdadero Amor.
Amiga escritora,dar poaseos por un bosque ,nos puede dar lugar a disparar a nuestras fantasias
ResponderEliminarque desastre...cuando se busca de tantas maneras el querer ser feliz con otro y resulta todo al revés...
ResponderEliminaral fin decidir tomar la rienda de su vida...
Amiga escritora,la cultura forma una gran parte de tu vida
ResponderEliminarAgradecido por tus entradas a mi blog de fantasias