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domingo, 13 de septiembre de 2020

EL SUEÑO.

Descubrió que lo peor era la esperanza. Porque cuando la pierdes, te quedas como desnuda, abandonada en un páramo.

Durante meses les hicieron exámenes, a ella y a Mario.  Después, solo a ella. hasta que el último médico que vio, se atrevió a decirle la verdad. Nunca podría tener hijos.

Las explicaciones científicas, las palabras exactas, no las entendió. Salió de la consulta como sonámbula.

Caminó cuadras y cuadras bajo el sol de Septiembre, viendo tantos pájaros, tantas hojas verdes. ¿ Como era que había llegado la primavera, si ella era estéril, si estaba seca por dentro, como un árbol quemado?

Esa noche, estuvo desvelada muchas horas. Mario la había sostenido entre sus brazos, prodigándole consuelo. 

.Yo te quiero a ti, Luciana. No a los hijos que pudieras darme....

Y después se durmió tranquilo, sin soltarle la mano.

Pero ella sabía que una pared helada se había levantado entre ambos. Una sombra había empezado a crecer y a expandirse como un agua negra. Y en ella terminarían por ahogarse los dos.

Al fin, agotada, no supo cómo se quedó dormida.

Y entonces soñó.

Soñó que en el cielo había un jardín lleno de niños. Eran los que nadie quería, los que habían sido abortados antes de nacer. Jugaban sonriendo entre las flores y esperaban.

A ese jardín llegaban todas las mujeres que no podían tener hijos, con sus vientres vacíos y sus pechos marchitos. Y un ángel le ponía a cada una en sus brazos, un niño sin madre, para que lo acunara.



2 comentarios:

  1. Tu relato me hace pensar en tanta mujer que madre no puede ser y tanta mujer en cuyo ser madre no hay.

    Abrazo, Lillian.

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  2. Oh! pero que texto más maravilloso , y debe ser así la bondad del gran Padre celestial, para aquellos que han sido asesinados , porque dura es la palabra , ese es la verdad y debemos aquí en este país como en muchos reparar en algo tanto dolor y falta a los ojos de Dios.
    Ya decía meses atrás sobre esto, que si bien se llora y con verdad y dolor a los que hoy padecen la pandemia , no podríamos por ello olvidar este problema provocado por el mismo ser humano donde son muchos los responsable, no solo la que aborta ,sino los que hicieron las leyes, los aprobaron y los que votaron por esos que han legislado...Mucha reparación como país y humanidad hay que seguir haciendo.

    Un abrazo grande!

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