Salí
de mi casa un día y como en el cuento de Hansel y Gretel, fui echando miguitas
de pan en el camino, para poder volver.
Pero
vinieron unos pájaros hambrientos y se las comieron sin dejar rastros.
Pasó
el tiempo y un día, desde lejos, vi a mis padres salir de la casa.
Primero
salió él, encorvado y triste y se perdió por una calle que la niebla parecía
borrar a pinceladas.
Ella
se quedó parada en el umbral. Se notaba
confundida, como no sabiendo qué hacer con
esa nueva soledad que le había caído encima. Poco después, salió tras
los pasos de mi padre y se perdió también por la calle nebulosa.
Entonces,
vi como los cimientos de la casa cedían y
las paredes se derrumbaban. Sólo quedó un montón de escombros. Pero ¿
qué importaba ya si mis padres se habían
ido?
Me
interné en un bosque sombrío.
A mi
lado pasaba mucha gente que, al igual que yo, parecía perdida. Nadie sabía a
donde íbamos ni que nos esperaba detrás de aquellos árboles.
Alguien
dijo que había una casita de chocolate.
Que en todos los cuentos de niños había una al final del bosque.
Vimos
que varios se adelantaron para comprobar si era cierto y no volvieron más.
Pensé que quizás, como en el cuento de Hansel
y Gretel, la bruja los había atrapado.
Seguí
caminando junto a los otros, hasta que un día se abrió un claro en la espesura
y entonces la vi.
No
era una bruja, sino una hermosa mujer que llevaba un vestido color jacinto. Su
pelo era oscuro y su cara tan pálida como la primera luz del amanecer.
Estaba
sentada en la puerta de su casa, tejiendo en un telar. El hilo que usaba era
gris y sedoso, como la materia de que están hechos los sueños.
Estoy
tejiendo tu mortaja- me dijo con dulzura
- Podrás envolverte en ella y descansar. Aquí
duerme
sin sobresaltos y los sueños son tan hermosos que no querrás despertar
jamás.
Todos tus relatos,son muy buenos,tienes mucho de fantasias,pero todos son dramas salidos de las elucubraciones de mi amiga escritora
ResponderEliminarQuerido Juan, me dices que mi cuento es un drama. pero no es así. Al contrario, al final del bosque no hay una bruja, sino una hermosa mujer, La Muerte, que nos invita a descansar y soñar sueños hermosos.
ResponderEliminarLa Vida ¿ no es acaso un bosque por el que caminamos sin saber qué nos espera más adelante?
La primera parte del cuento habla de cuando ya adultos dejamos la casa de nuestros padres, para no volver. Y luego los vemos a ellos irse, también. ¿ No es acaso así como pasan las cosas?
Tiene fuerza este cuento de vida , comprensión profunda de lo que somos
ResponderEliminardel tránsito de la vida ...por donde andamos y que claro deberíamos si ser más optimistas , verdad?, porque no siempre hay pesar en el camino...hay muchas alegrías y se suman a nuestro sentir agradecido por lo que nos ha donado y regalado al vivir...pero no por ello se reconoce que también hay penas ...obvio, es natural sobrellevar esos estados tristes y que más tristes cuando los padres se van , que uno se siente huerfano , pero a su vez el que cree sabe que nos encontraremos otra vez en ese sitio de los sueños...seguiremos soñando para que siga esta existencia...
La muerte es un paso para la vida eterna...
Te dejo un abrazo
espero estés muy bien!