Humberto
estaba arrepentido de haber aceptado ese puesto en la Editorial. Al él le correspondía seleccionar los textos
que serían publicados y sentía que era una pesada responsabilidad. Aunque la
mayoría de las veces su elección era correcta y la novela o el libro de
memorias escalaban rápidamente la lista de los más vendidos.
Esa semana no había movimiento. No llegaba
ningún original novedoso y la posibilidad de lanzar al mercado algo impactante
antes que terminara el año se iba diluyendo de a poco.
En
ese momento, su secretaria entró para avisarle que un escritor insistía en
verlo.
Humberto
miró la tarjeta y le resultó un total desconocido. Pero, optó por recibirlo.
¿ Y si se trataba de un futuro premio
Nobel ? También García Márquez habría
hecho antesala en alguna Editorial...
Entró
un hombre muy flaco, llevando bajo el brazo un paquete de hojas impresas.
-Por
favor, le ruego que lea mi novela. ¡ Su
opinión es vital para mí !
Humberto
lo miró con expresión dudosa, pero ya que el tiempo le sobraba, empezó a leer.
Casi
de inmediato sintió que una oleada de sangre le subía a la cara. Pensó que era
víctima de una burla o que se encontraba frente a un estafador.
Era
su propia vida la que estaba ahí, relatada en detalle y sin ningún tipo de
compasión.
¡ No
podía ser! Fue pasando rápidamente las
páginas y ya no le cupo duda. Las humillaciones de su juventud de hombre pobre, su lucha sin
escrúpulos para triunfar, el fracaso de su vida afectiva...
Dejó de leer y miró al hombre con rabia.
-¿ Me
puede decir como ha escrito ésto? ¿ De
donde sacó la idea...?
-Señor-
dijo el hombre flaco, encogiéndose abatido- Es mi primer libro...Seguramente
encontrará faltas de redacción...Quizás he
sido demasiado audaz al someterlo a su juicio sin corregirlo más
cuidadosamente...
-Lo
que le pregunto es de donde sacó usted este argumento. Le advierto que si pretende algo...
El
hombre palideció y se paró de la silla .
- ¡ No entiendo lo que dice! Si cree que he cometido un plagio...¡ Le
juro que no es así! Yo creé la novela en
su totalidad. Un día me senté frente a mi computador y empecé a escribir lo que
me venía a la mente. Estaba sorprendido. Era como si alguien me lo fuera
dictando. Todo me llegaba como si fluyera de alguna parte...¡ Eso es lo que
llaman inspiración, supongo yo!
Humberto
se convenció de que el tipo era sincero y disimuló como pudo la turbación que
lo embargaba.
-¡
Déjeme el libro hasta mañana! Necesito
examinarlo con más calma...
El
hombre respiró aliviado.
-¿ Quiere
decir entonces que le halla alguna posibilidad?...
-No
lo sé- respondió Humberto sin mirarlo- Le responderé mañana.
Esa
noche, en su departamento, leyó el relato por el principio. Trataba de su
infancia. Encontró sus emociones más
hondas expuestas sin pudor, cosas que
nadie podía saber... Secretos de niño triste que a ningún ser humano
habría confiado jamás.
Al
principio había sospechado que el hombre lo había seguido, que había sobornado
a los empleados de su casa y se las había arreglado para averiguar cosas de su
vida. Y que lo que pretendía era chantajearlo.
Ahora
comprendía que era imposible, que todo se trataba de una monstruosa
coincidencia. El hombre era inocente, un pobre tipo que sin saberlo, se hallaba
en poder de sus más íntimos secretos.
Pero
no podía negar que tenía talento. Su estilo era original y apasionante. Se leía
casi sin respirar... ¡ Si continuaba así llegaría muy alto! ...A menos de que
alguien se lo impidiera....
Al día siguiente, dio orden de que lo
hicieran pasar apenas llegara.
Lo
recibió con aire compungido. El original
yacía en un extremo del escritorio, como ya descartado sin apelación.
-Lo
siento, amigo. Al principio pensé que
tenía algunas posibilidades. Pero el argumento resulta poco creíble, el
personaje central no convence...Un hombre así no podría existir en la vida
real.
-¿ No
cree usted que con algunas correcciones?
¿ Otro final, tal vez...?
-Lo
siento,no querría desanimarlo, pero debo ser sincero. El argumento, en su totalidad, es absurdo. Totalmente
divorciado de la realidad. Y está también el problema del estilo...
El
hombre se levantó de la silla y se vio
aún más flaco, como si se hubiera desinflado, pinchado por la desilusión.
- ¡
Ah! El estilo también falla... - suspiró
desalentado- Entonces, se trata sencillamente de que no tengo talento.
Humberto
lo miró en silencio y no hizo ningún intento de
contradecirlo.
El hombre salió de la oficina, arrastrando los
pies y ni se acordó de recoger su novela.
Humberto
no esperó ni un segundo. Apenas lo vio desaparecer tras la puerta, echó el
original al papelero y le prendió fuego con su encendedor.
¡Hola Lillian!
ResponderEliminarNo cabe duda que: Su miseria seguía siendo propia de el y que su interior, no se había enriquecido con el paso de los años.
Enfrentarse con su realidad y desnudado,por un "desconocido"Era algo difícil de superar.
Muchas personas, son incapaces de aceptar y corregir sus miserias y mueren con ellas.
Muy bonita tu historia y con mucha reflexión implícita.Me gusta mucho tu estilo de plasmar tus historias.
Como te prometí y lo prometido es deuda; hoy vine a visitarte y me voy satisfecho de hacerlo.
Un fuerte abrazo y gracias por permitirme esa "visita"
Tus relatos paracen ser echos ocurridos en tu vida,cada dia te esmera más
ResponderEliminarQue dilema otra vez vislumbro aquí y podría decir muchas cosas además...me encantó la trama de tu relato...quizás a muchos nos pasa que a veces nos sentimos identificadas con una parte de una historia ,sino la vida misma de alguein nos dice lo que es nuestra propia vivencia...
ResponderEliminarcomo sea descubrir en unas hojas esa vida que no se quiere reconocer o no se ha aceptado ...hacer como el avestruz , esconder la cabez , será mejor para quien le sucede
No es fácil enfrentarse con aquello que nos golpea de frente...
Estés bien amiga
te dejo un abrazo!
Vaya que ssi es interesante.
ResponderEliminarAmiga Lilly, suele pasar que a veces al leer un relato, historia o libro, nos identificamos con alguna de esas partes, no olvidemos que todos y todo está entrelazado, la vida es una cadena y sigue.
Aunque no es agradable identificarse con los dolorosos pasos de nuestra vida, ciertamente pareciera que alguien nos vigila.
Un abrazo
Ambar
Eso también sucede cuando alguien extraño o cercano nos enfrenta frente a nuestras debilidades o fracasos. Son pocos los que pueden superar su mediocridad.
ResponderEliminarMuy buen relato Lily.
Un gran abrazo.
Vengo con mucho retraso una semana sin leer a nadie. Un desastre!!! Pero ya reanudo las sanas costumbres. Un beso inmenso
ResponderEliminarSaludos amiga
ResponderEliminarQue las cosas de la vida no nos dejan de sorprender
Leo una novela que habla de las muchas cosas que enfrentan los seres humanos cuando se separan...como se dice a veces que la fantasia no supera la realidad...sucede adi que es como lo que escribistes...cuando algo se asemeja lo dejamos fuera...asi nada nos recuerde a lo negativo...pero la vida siempre nos da sorpresas.
Estes bien.
Bueno mi querida Lilly.
ResponderEliminarAquí me quedé y el tiempo ha pasado, voy muy lenta pero ya he dado un repaso.
No estás en el olvido.
Un abrazo.
Ambar