Pablo
estaba en su taller, mezclando colores, para pasar el tiempo. No tenía dinero
con qué contratar una modelo y lo que él
quería era pintar a una mujer. Mejor dicho, a varias.
A
través de la ventana, vio pasar a una joven de pelo largo. Iba caminando
despacio, como si buscara a alguien.
Pablo
salió al umbral de la puerta y la llamó:
-¿
Puedo ayudarte?
-Busco
a mi maestro...Pero no sé a donde dirigirme, esta ciudad es tan grande...
Pablo
la miró con detenimiento y le pareció una cara conocida.
-
Perdona ¿ como te llamas?
-Mona
Lisa, pero también me dicen La Gioconda.
-¡
Bah! Yo creía que tú eras un cuadro...
-Bueno,
soy un cuadro, pero también soy una mujer. ¿ Sabes tú donde puedo encontrar a
Leonardo?
-Uh...Tendrías
que ir al Pasado, varios siglos más atrás, diría yo.
-Y
como se va al Pasado?
-No
estoy muy seguro, pero toma por esta
calle, camina hasta llegar a la línea del horizonte y ahí doblas a la
izquierda...
La
Gioconda lo miró desalentada. Se veía que llevaba mucho tiempo andando.
Entonces Pablo la invitó a pasar y le ofreció
un vaso de agua.
-¿ Te
importaría posar para mí? No tengo
dinero para contratar a una modelo.
-¿ Y
crees que podrías pagarme con un vaso de agua?
-Pero
tú no necesitas dinero. Eres rica. Tu cuadro vale tantos millones de dólares
que nadie lo podría comprar.
-¿ En
serio?- preguntó ella, mirando dudosa su vestido viejo y sus zapatitos
gastados.
Se
sentó en un taburete y se dispuso a modelar. Sus labios se rizaron hacia arriba
en una semi sonrisa. Parecía como si ocultara un secreto muy gracioso, que no
pensara revelar.
Pablo
arremetió contra la tela salpicándola de colores como un perro mojado que se
sacude al salir del agua.
Poco
a poco aparecieron una serie de figuras. Todas eran mujeres, pero ninguna tenía
la cara de Mona Lisa.
-¿ Y
tu cuadro, como se va a llamar?- preguntó ella, mirando con el rabillo del ojo.
-Se
llamará Las señoritas de Avignon y te aseguro que será famoso.
Mona
Lisa se acercó y quedó sin habla. Todas las caras estaban distorsionadas. Un
ojo sobre la frente y otro debajo de la oreja. Las bocas parecían tajadas de
sandía sobre un aparador...
- ¡
Ay! ¿ Qué es ésto?- gritó ella,
rompiendo a reír a carcajadas.
-¡
Esto es Cubismo, mujer retrógrada!- exclamó Pablo Picasso, iracundo.
Pero
ella no paraba de reír. Entonces él vio sus dientes y notó que eran negros y
torcidos.
¡ Con
razón Leonardo la pintó con la boca cerrada!- razonó decepcionado- Y pensar que
su sonrisa tiene hechizada a la humanidad...
Muy ingeniosa entrada y muy interesante hasta el final, me ha gustado tu blog y me he hecho seguidora de él...
ResponderEliminarMira que sí es cierto porque Leonardo pintó esa sonrisa enigmática, detras de la cual, ´tenía trabajo un dentista.
Un abrazo.
Ángeles
Ilusión y desilusion
ResponderEliminarun beso
Me ha encantado.
ResponderEliminarMuy ameno y buen relato tu imaginación juega con las letras.
Un abrazo.
Ambar
Las letras forman una parte muy importante de tu cultura,estas hacen volar tus imaginaciones
ResponderEliminarAmiga escritora los rastrillos son lugares donde se vende de todo,en el me econtre esa escultura,la fotografie y recapacite,lo que pudo ser su historia.
ResponderEliminarEn estos rastrillos se pueden encontrar muchas cosas curiosas
Tu imaginación vuela mas alta que mis fantasdias
ResponderEliminarSaludos
Eres capaz de escribir un editorial,solo observando una fotografia
ResponderEliminarTengo la gran suerte de vivir en una parte de Andalucia
ResponderEliminardonde el mar y las montañas estan muy cerca
Un fuerte abrazo
Muy Bueno Lillymarmat, pero Bueno este Relato.
ResponderEliminarmanolo
.
Muy interesante
ResponderEliminardos pintores con una imaginación y técnica dispar
pero con el mismo afán por las mujeres...
como diríamos nosotras: ¡hombres!!
Pases lindos días estimada.
Y cuídese de los excesos de calor de este tiempo.
Mi abrazo de siempre.
Hola hermosa, por aquí vuelvo y disfruto de este unteresante relato.
ResponderEliminarEn estas fechas y siempre reine la Paz.
La alegría, Unión y Armonía familiar, en todos los hogares de la tierra y en cada rincón del cosmos.
Que la felicidad se asome a tu ventana y se quede siempre contigo.
Un abrazo.
Ambar