Bienvenidos a Mi Blog

Les doy la bienvenida a mi blog y les solicito encarecidamente que me dejen sus comentarios a mis entradas, pues su opinión es de gran valor para mí.



domingo, 16 de abril de 2023

EL MANIQUÍ.

En Abril, por fin declinó el calor y llegaron días más suaves. Una fresca brisa soplaba por las tardes y mecía los árboles, cuyas hojas empezaban a perder  el color.

Una atardecer, el cielo se cubrió sorpresivamente de grandes nubarrones color púrpura y   poco rato después, llovía. Me asomé a la ventana y vi a los transeúntes caminar apresurados en busca de refugio. Y a mí, que estaba bajo techo, me dieron ganas de salir a mojarme.

Frente a una vidriera, vi parado a un joven, sin paraguas, con el pelo y la ropa oscurecidos por la lluvia. Permanecía allí, inmóvil, con la vista fija en el interior de la tienda, mientras una poza se iba formando a sus pies.

Intrigada, seguí la dirección de sus ojos. Se trataba de una tienda de alta costura, y tras el vidrio, rodeada de un decorado artístico, había un maniquí. Era una hermosa mujer de pelo oscuro y llevaba un vestido de fiesta de terciopelo rojo.  Me acerqué más al hombre y distinguí una lágrima que rodaba por su cara, confundiéndose con la lluvia.

Miraba el maniquí con una fijeza anormal y empuñaba las manos, como si lo embargaran la angustia y la frustración. 

Toqué suavemente su brazo y le dije:

-Se está mojando mucho. ¿ No quiere meterse bajo mi paragua?

El me miró un momento, como ausente y volvió a fijar la vista en el objeto de su obsesión.

-   ¡No puedo irme! - me respondió con voz ronca- ¡ No puedo dejarla sola!  Yo sé que ella me me necesita.

 Pensé que estaba frente a un loco, pero me conmovió su cara triste y le pregunté sin ánimo de burla:

-¿ Estás enamorado de este maniquí?

-¡ No es un maniquí!  ¡ Es mi esposa!  ¡ Es Paula!

Se volvió hacia mí y me contó una historia extraordinaria que he tratado de reproducir aquí con sus propias palabras:

-Ella vino hace un mes a trabajar a esta tienda. La contrataron para que modelara los vestidos. Venían las clientas y ella desfilaba por el salón, mostrando las últimas creaciones.

-Le pagaban bien y el dueño estaba encantado con ella.  En las tardes volvía a la casa, fatigada pero contenta...Hasta que un día no volvió más.

- Vine a buscarla y se rieron de mí. Me dijeron que no la conocían, que nunca había trabajado en esa tienda. Y cuando insistí y supliqué, llamaron a un guardia y me hicieron salir a empujones. Al mirar la vitrina, comprobé que ahí estaba ella. Rodeada de cortinajes plateados, modelaba un vestido azul. ¡ La habían trasformado en una muñeca de plástico!

-Golpeé el vidrio, desesperado y noté que sus ojos se clavaban en mí, pidiendo ayuda. 

-Me echaron por la fuerza, llamándome loco, desquiciado y otras cosas más. 

-Desde entonces, vengo todos los días. Sé que ella me ve y me escucha, pero no puede moverse. Todos los días lleva un vestido distinto...Y al verme llegar, sonríe, para darme aliento y que no sufra más...

-¡ No sé qué hicieron con ella!  No sé qué horrible método emplearon para transformarla en una muñeca.... ¡ Pero a mí no me engañan!  Apenas me ven llegar, llaman al guardia para que salga a vigilarme. Hoy, como está lloviendo, no ha salido y puedo mirarla en paz. 

-¡ Paula! Mi amor...¡ Aquí estoy!   ¡Nunca voy a dejarte!

Se volvió hacia el maniquí y apoyó su mano en el vidrio, como si pudiera tocarla.  Miré los ojos de cristal y creí ver que se clavaban en él, empañados por las lágrimas.

Pero, ¡ no!  Me estaba dejando contagiar por la loca fantasía de aquel hombre.

Me alejé de ahí, sin que notara mi partida. Siguió parado, inmóvil bajo la lluvia y lo estuve mirando un rato, hasta que se encendieron los faroles de la calle y poco a poco, fue dejando de llover.   



6 comentarios:

  1. Saludos estimada, un gustazo volver a leerte por aqui con calma y tiempo y sobretodo ánimo(estuve enferma otra vez, ya me recupere...espero siga todo ok)

    Me gustó el tema,aunque triste, de esas historias que se confunden con la realidad, hay seres muy sensibles que a veces alucinan en ese mundo invisible y que uno no puede comprender...

    Te dejo un gran abrazo y gracias por estar siempre en mis publicaciones.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Meulén, es un gusto leer tus poemas y te agradezco mucho que opines en mis cuentos. este me gusta mucho a mí. tengo fijación con los maniquíes. Creo que se prestan para mucho fantasear.

      Eliminar
  2. Me encantó, Lillian, relato con final abierto... que está muy bien así pero que también podría tener su secuela. Idea brillante por lo demás.
    Abrazo hasta vos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querido Carlos, me encantan los maniquíes. escribí otro cuento donde el maniquí hablaba y ansiaba salir a recorrer el mundo. creo que se llama " Solo un maniquí"

      Eliminar
  3. Yo también siento que es un final abierto. Pienso en varias opciones, pero cada cual eligirá el que sienta más adecuado.
    Muy bueno el relato.
    Abrazos para ti.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me inclino a creer que el pobre hombre tenía razón. Que si se quedaba más tiempo, el maniquí terminaría por hablarle. ¿ Quién sabe?

      Eliminar