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domingo, 11 de julio de 2021

UN RECUERDO PARA LLEVAR.

Nelly había visto una película japonesa en la cual la gente, al morir, podía escoger un recuerdo para llevar en su último viaje.

A Nelly le encantó la idea y de inmediato eligió el recuerdo que querría conservar para siempre.

En él, se veía a sí misma de diez años, jugando en la playa con sus hermanas.  A lo lejos, sentados en la arena sobre una manta, estaban sus padres.

Su mamá tenía un libro sobre el regazo pero no leía. Las miraba constantemente para asegurarse de que ellas estaban bien y si alguna de las niñas  la miraba, ella levantaba la mano en un gesto de saludo.

¡ Era tan bueno jugar bajo los rayos del sol que le arrancaba destellos de oro a las olas del mar !

Nelly y sus hermanas estaban construyendo un castillo de arena, compartiendo los baldes de latón y las palitas, sin que nada turbara la armonía del momento.

¡ Ese era sin duda el recuerdo que querría llevarse cuando muriera!

Sin embargo, esa noche, en su cama, la asaltó un temor inesperado:   ¿Y si el recuerdo era falso? ¿ Si nada había sido tan hermoso como ella lo recordaba?

Nelly sabía que la memoria deforma las cosas, que incluso fabrica recuerdos consoladores, que ayudan a enfrentar el dolor.

Al rememorar ese día en la playa, le parecía que su infancia había sido feliz. Pero, y si había sido así ¿ por qué había crecido sintiéndose tan ensegura y vulnerable?

Cerró los ojos y el sordo rumor del tránsito en la calle le recordó el murmullo del mar. 

No supo si soñaba, pero volvió a verse en la playa, junto a sus hermanas.

Estaban haciendo un castillo de arena y Nelly alzó la vista para ver a sus padres sentados bajo el quitasol.

Pero esta vez, su madre no las miraba. Se veía alterada y miraba a su padre, con aprensión.

Inquieta, abandonó el juego y corrió hacia ellos. Ninguno de los dos la miraba. Estaban discutiendo y su mamá apretaba el puño contra su boca, para ahogar los sollozos.

-¡ Cállate!- le gritaba él- ¡ Me tienes harto de tus quejas sin razón!

-¡ Ah! Si al menos me dijeras la verdad - gemía ella- ¡ Pero sé que siempre me has mentido!

-¡ Tú y tus celos absurdos!  Estoy cansado de tener al lado a una mujer histérica. ¡ Si no fuera por las niñas, hace tiempo que te habría dejado!

-Te habrías ido con ella ¿ verdad? ¿ Por qué no lo reconoces, al menos?

-¡ Está bien! Lo reconozco.  Estoy enamorado de ella y lo único que quisiera es estar a su lado. ¿ Era eso lo que querías oir?

La madre dio un grito y se tapó la cara con las manos.  Nelly vio a su padre alzar el puño contra ella...

Se quedó inmóvil, paralizada de horror, sintiendo que su mundo se caía en pedazos.

Luego reaccionó y huyó corriendo, antes de que ellos notaran que los había visto discutir.

Quiso contarle a sus hermanas, buscar en ellas consuelo, tal vez una explicación que la sacara de su  angustia. Pero, las vio alejarse acompañadas de otras niñas que veraneaban en el hotel.

-¡ Yo también voy!- gritó Nelly llorando.

-¡ No!  ¡ Tú eres muy chica y lo único que haces es molestar!

Se quedó sola al borde del agua, mientras una ola entraba al castillo y silenciosamente, lo desmoronaba   a sus pies....

Nelly abrió los ojos  y comprendió que la realidad había sido esa y no la consoladora fantasía que su memoria había elaborado.

Rebuscó largo rato en su pasado, que ahora se le mostraba desnudo de artificios y no encontró ningun recuerdo hermoso que valiera la pena conservar.





5 comentarios:

  1. Así de eterno es el ayer, Nelly, sigue evocando y a cada nueva versión encontrarás tu recuerdo mejor...

    Me encantó, Lilian, este relato fantasioso-realista. Abrazos y más abrazos.

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  2. Los recuerdos de la niñez marcan la vida por siempre y de ellos al mediar nuestro viaje sacamos lección valiosa. Y ya sabemos d ñ dolor mejor se aprende.

    Abrazos.

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  3. que buen relato!!!!
    Hay recuerdos tan tremendos que la memoria se encarga de bloquearlos y podeos llevar toda la vida sin traerlos nuevamente a relucir...este ejemplo que hoy nos traes de las discusiones familiares y las palabras hirientes a las que a veces se suma la agresion fisica , son recuerdos que marcan la niñez y la vida. Un abrazooooooo grande

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  4. Religiones multinacionales que viven de las creencia en beneficio de una élite

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