(Tarea de Taller)
El niño de ojos dulces languideció en la sombra.
Su noche nunca tuvo dorado amanecer.
Lo acunó La Tristeza, vieja nodriza amarga,
pero en lugar de leche puso en sus labios hiel.
La primera palabra que le enseñó fue "Nunca"
y trajo mariposas nocturnas de alas mustias
y pájaros errantes, para jugar con él.
El niño de ojos dulces fue como un frágil lirio.
Ha quemado sus pétalos un soplo abrasador.
La noche que lo envuelve no tiene luz de luna
ni cayeron estrellas a su pozo interior.
Las sombras se adueñaron de su mirada pura.
Perdido en su delirio de amor y de locura
traspasó las fronteras de un país irreal.
En la casa vacía aún oímos sus pasos.
En medio de la niebla le tendemos los brazos...
y se van deshojando las rosas del rosal.
Es una delicia tu poema.. Enhorabuena
ResponderEliminarun abrazo
fus
Pobrecito niño un abrazo
ResponderEliminarEs doloroso eso
ResponderEliminarrecuerdo el libro...no lo resistí leer a una primera vez
lo lei a retazos creo...pero nunca lo olvido
y duele...
será siempre asi que duela el amor!
Dice José Finkelstein:
ResponderEliminarLilly, me encantó este poema. Te conocía la faceta de escribir cuentos, hoy descubro a una poetisa de gran vuelo lírico.